Tres veces más frágiles
Las bajas en defensa agravan la debilidad del Atlético, que recibe 1,12 goles por partido en Liga, el triple que a estas alturas de la pasada temporada. Hay problemas de calidad y de cantidad.
Este Atlético no es lo que era. Pero no es que se haya alejado del bloque blindado de hace años, sino que tampoco se parece ya demasiado al de la temporada pasada. Hace un año, el equipo rojiblanco era un torbellino (llevaba 12 puntos más) y en defensa era prácticamente infalible. Ahora deambula y es frágil, a lo que no ayuda nada que las lesiones en la zaga se suceden sin respiro. Este domingo, en el Bernabéu, el Madrid remató menos —solo tres a portería para dos goles— y ganó. El Atleti ha encajado ya 18 goles en 16 jornadas, un promedio de 1,12. Hay problemas de calidad y de cantidad en la retaguardia.
Las comparaciones con la anterior Liga son realmente odiosas. El dato de tantos recibidos es revelador. En los primeros 16 encuentros de la pasada Liga, había recibido la tercera parte de goles de los que lleva ahora. Oblak había sacado la pelota de sus redes solo seis veces, un promedio de 0,37 que apuntaba a la leyenda. Al final, el Atleti ganó el título con 25 goles encajados, siete más de los que lleva ahora, cuando no ha llegado al ecuador de la temporada.
En los últimos años, era ya un clásico de las ruedas de prensa escuchar a los entrenadores rivales hablar de las bondades de la defensa del Atlético, y que como se te pusiera 1-0 ya sería inabordable. Pero ahora al equipo le cuesta cerrar la puerta. Tanto con 0-0, como en el derbi, como con el marcador a favor, como en la jornada anterior con el Mallorca. Oblak ha encajado gol en 16 de los 22 encuentros que ha disputado en Liga y Champions. Solo Elche, Oporto, Athletic, Barça, Betis y Osasuna se han quedado a cero contra los rojiblancos.
“Trabajo, trabajo y trabajo”, explica Simeone al respecto, en busca de soluciones: “Me preocupa y me ocupa”. Eso sí, el Cholo no señala a nadie en concreto: “Los goles son errores colectivos, no individuales”. En defensa del Atlético, se puede alegar que las bajas en defensa están suponiendo un problema importante. El equipo se plantó en el Bernabéu sin Giménez, Savic y Vrsaljko, y con Trippier, de regreso in extremis, en el banquillo. Así, a Kondogbia le ha tocado ser central en los dos partidos de la semana más importante de lo que va de temporada. En el banquillo del derbi estaba el juvenil Ibra, de 18 años.
Escasez de efectivos
Y el equipo lo acusó. Dos acciones muy mal defendidas acabaron decidiendo el derbi. En el 1-0, un error en la salida del balón de Koke concedió al Madrid la posibilidad de contraatacar. Los rojiblancos no zanjaron la jugada de los blancos cuando nacía y, peor aún, cuando Vinicius centró desde la derecha había seis atléticos protegiendo a Oblak y solo un madridista, Benzema, que marcó. Todos los defensas recularon al límite sin vigilar al único posible rematador. En el 2-0, Felipe saltó hasta el campo rival en busca de un balón imposible y abrió la puerta a un cuatro contra tres en el que nadie oteó a Asensio, solo en el área.
No obstante, todo lo anterior también se puede apuntar en el debe de la planificación deportiva. El cuerpo técnico ya planteó en verano la conveniencia de iniciar la temporada con solo cuatro centrales cuando el equipo juega muy a menudo con tres. Además, Giménez enlaza lesiones musculares, Savic arrastró una sanción de cuatro partidos desde la pasada Champions, Hermoso ejerce a menudo como lateral (anoche mismo)... La posición está bastante coja y la afición fantasea con la llegada de un zaguero en enero, aunque está complicado.