La fase de clasificación de portugueses e irlandeses dio alas al optimismo. Los lusos ejercieron una gran autoridad en el grupo, se clasificaron sin problemas y dieron pie a pensar que, esta vez sí, los éxitos del fútbol juvenil se trasladarían a la absoluta. El caso irlandés fue opuesto. Tras lograr un hito histórico llegando a cuartos en Italia’90, muchos daban a esta selección por acabada. Sin embargo, volvió a dar su mejor versión y pasó el primer corte; tendría que jugarse el pase ante Holanda en la repesca. (Foto de apertura: Portugal goleó a Liechtenstein).
Grupo 6
Clasificación Grupo 6
Equipo
J
G
E
P
Gf
Gc
Pts
Portugal
10
7
2
1
29
7
23
Rep. Irlanda
10
5
2
3
17
11
17
Irlanda N.
10
5
2
3
20
15
17
Austria
10
5
1
4
29
14
16
Letonia
10
4
0
6
11
20
12
Liechtenstein
10
0
1
9
1
40
1
El milagro de Charlton
Desde su eliminación en cuartos en el Mundial de 1990 (el momento más grande en la historia del fútbol irlandés), muchos consideraban que era una selección con demasiados años, acabada. Sin embargo, los irlandeses fueron los únicos en ganar a Portugal. Y el mérito hay que buscarlo en Jack Charlton. El seleccionador supo conjugar la elevada edad de sus estrellas (Aldridge, McGrath o Houghton) con el descaro de los jóvenes. Irlanda estuvo a un paso de la Eurocopa.
El infortunio se cebó con Baía que se metió el esférico en su portería. Portugal se hundió.
1-0 Vítor Baía (p.p.) 45’.
Liechtenstein 0-0 Rep. Irlanda
Eschen-Mauren. 03-06-1995
Los irlandeses no tuvieron la paciencia necesaria para ganar a Liechtenstein. Llevaron la iniciativa del juego, pero no acertaron con la portería. Al final se consumó el tropiezo.
1-0 Rui Costa 59’. 2-0 Hélder 75’. 3-0 Cadete 89’.
Punto histórico
El 3 de junio de 1995 quedó para el recuerdo de todos los aficionados al fútbol de Liechtenstein. Su selección se enfrentó a la República de Irlanda y logró empatar a cero. Ese punto significó el primero a nivel internacional de esta selección pues hasta esta fase de clasificación nunca había participado en ninguna. Eso explica los abrazos entre los jugadores y el entrenador al finalizar el encuentro.
Polster: el gol austriaco
Si Austria rozó la clasificación, fue gracias al olfato goleador de Anton Polster. La selección austrica quedó eliminada con los mismos goles a favor (29) que Portugal, líder. De ellos, 11 fueron marcador por Polster.
Choque intenso
La imagen del irlandés Townsend con el rostro ensangrentado después de un cabezazo, demuestra la gran carga intensiva que tuvo el Irlanda-Irlanda del Norte. Su primer partido acabó con goleada a domicilio de los irlandeses (0-4). Eso desencadenó un gran ánimo de revancha en el seno de los norirlandeses. Al final, el duelo acabó en tablas y los de Charlton se hicieron con la segunda plaza.
Portugal no tuvo piedad
Los portugueses sólo cayeron derrotados en una ocasión, ante la República de Irlanda y gracias a una cantada de Vítor Baía. Ya no hubo muchos más sobresaltos y tanto su liderato como su juego fueron indiscutibles. Liechtenstein fue la gran damnificada del poderío de los de Oliveira. En sus dos enfrentamientos, los lusos le metieron quince goles, es decir, que en estos dos choques los ibéricos marcaron más tantos que en el conjunto de los demás partidos. En Portugal, recibieron ocho mientras que en su domicilio siete. En ambos partidos cuajó una gran actuación el portugués Paulo Alves que logró perforar la portería contraria en cinco ocasiones.
revolución lusa...
El inicio de la fase también supuso el comienzo de un nuevo ciclo en la selección portuguesa pues Oliveira, nuevo seleccionador, rompió con todo lo anterior y depositó su confianza en los jóvenes que fueron campeones del mundo Sub-20. Hombres como Luis Figo, Couto, Rui Costa (imagen) o Paulo Sousa fueron claves en la clasificación de Portugal.
...y susto de Oliveira
Una prostituta denunció en un programa deportivo que tres días antes del encuentro ante Irlanda, último de la fase, algunos jugadores de la selección lusa participaron en una orgía, con drogas y agresiones. Dicha revelación provocó un amago de infarto al seleccionador Oliveira. Al final, la Fiscalía General archivó el caso al no haber suficientes pruebas.