El Depor busca paz ante El Ejido
El Deportivo necesita cerrar la herida de la derrota ante el Celta B avanzando y convenciendo en Copa. Vázquez va con todo y no convocó a nadie del filial.
Para muchos la visita del Celta B a Riazor no era un derbi, pero las consecuencias de la derrota frente al filial celeste están al nivel de un derbi, y de los importantes. Al día siguiente de la debacle el presidente Fernando Vidal ratificaba a Fernando Vázquez con un contundente "no hay debate", aunque con demasiadas explicaciones paralelas. Ayer, el técnico de Castrofeito sorprendía a todos con la convocatoria para la eliminatoria de Copa de esta tarde en Riazor ante El Ejido: ni un fabrilista en la lista. Ni siquiera Adri Castro y Juan Rodríguez, casi fijos en los entrenamientos y que ya han estado en más de un partido sentados en el banquillo rozando su debut.
A la coctelera de la crisis se une que el choque copero es el último partido oficial de 2020 y que, como el revolcón histórico sufrido ante los de Onésimo, se juega en Riazor. Caer eliminados convertiría la Navidad en una tortura blanquiazul para un equipo no volvería a jugar hasta el 10 de enero. Tres semanas con la afición de uñas después de comprobar que el descenso a Segunda B no era el final de la caída. Tres semanas para poner en cuestión la confección de la plantilla y la calidad de los jugadores. Tres semanas señalando a un Fernando Vázquez que si nadie se vuelve loco se comerá el turrón, pero del muy duro.
Y en esta marejada aterriza un El Ejido que probablemente mirará sorprendido tanto huracán después de encajar el pasado fin de semana un contundente 4-0 en Córdoba. Después de comerse más de quince horas de autocar. Después de saber que se van de vacaciones antepenúltimos (8 puntos) ante un Deportivo que es segundo del subgrupo A y B solo superado por Unionistas. Así, los andaluces llegarán a A Coruña a pescar en río revuelto y con una motivación extra de última hora por el mal estado del campo de entrenamiento que le cedió el Depor en Abegondo. Los coruñeses buscarán oxígeno y paz pasando de ronda. Sabiendo que lo era un partido incómodo, es ahora casi una final que tienen que ganar y, además, convencer.