Okazaki amenaza a su querido Málaga, que quiere huir del descenso

Huesca y Málaga se enfrentan por primera vez en categoría nacional en un duelo de contrastes y con un reencuentro muy especial. Shinji Okazaki protagonizó hace poco más de un mes uno de los fichajes más rocambolescos del mercado veraniego. Tras firmar con el Málaga y entrenarse un mes a las órdenes de Víctor Sánchez, tuvo que salir del club malacitano, que no lo podía inscribir por sus problemas con el límite salarial. Al día siguiente y como jugador en el paro, recaló en Huesca donde se ha convertido en un ídolo y en el icono del equipo altoaragonés. El atacante japonés hizo todo lo posible para jugar en el equipo andaluz, pero el caos que reina en el club blanquiazul le llevó a migrar 900 kilómetros al norte.

La estrella nipona ya se ha aclimatado a su nuevo equipo y se presenta como la principal amenaza de su exequipo. Míchel ha pedido a los suyos un plus en ataque y el asiático está dispuesto a dárselo para devolver a los oscenses a la senda de la victoria y a mirar a la zona alta, después del traspié sufrido en Cádiz. Precisamente, la carga de partidos de las últimas semanas ha castigado a la amplia plantilla azulgrana, que tendrá seis bajas este domingo y que le empujará a repetir el once que puso ante el Girona el pasado fin de semana, con la única novedad de Galán por Luisinho.

Por su parte el Málaga ha caído en puestos de descenso a Segunda B 12 años después pese a la evidente mejoría en su juego y a la buena imagen que ofreció en Zaragoza. Cifu, ya recuperado de su lesión, volverá al lateral derecho en lugar de Ismael, que se lastimó en La Romareda. Hay posibilidades de que Diego González actúe como lateral izquierdo porque Juankar tiene cuatro amarillas. Opciones de que el hispano-suizo Lorenzo González juegue, aunque es más probable que Keko repita titularidad. El madrileño busca redención tras haber pasado en apenas tres campañas de fichaje estelar a defenestrado. En Zaragoza estuvo bastante bien.  El Málaga necesita puntos como la mejor de sus medicinas. No le queda otra. 

El japonés fue víctima del despropósito de Al Thani

Okazaki fue otra víctima de la demencial planificación perpetrada por Abdullah bin Nasser Al Thani, el horroroso presidente/tuitero del Málaga. El japonés, que había sido protagonista estelar en el histórico título de Liga obtenido por el Leicester de Claudio Ranieri vino al club de La Rosaleda como fichaje estrella. El caprichoso sheikh le tuvo esperando una semana hasta que firmó su contrato. Okazaki jamás se quejó. Incluso cuando se quedó sin ficha por otra jugarreta impropia se ofreció a bajarse el salario. No pudo ser. Al día siguiente se fue al Huesca que le ha recibido con los brazos abiertos. Un formidable jugador pero sobre todo una persona excepcional.