Poderoso Llorente

"Oye, este que ha venido del Madrid es bueno, eh". La conversación la mantienen, entre susurros, dos aficionados del Atlético de Madrid al otro lado de una red. Es la que separa al público de los futbolistas en el campo 2 de entrenamiento de Los Ángeles de San Rafael. La réplica se escucha más alta. Es sentencia. "Éste va a ser el fichaje de la temporada, escúchame, el fi-cha-je", dice, como si entre las pausas hubiera mayúsculas. Éste es Marcos Llorente y esa frase es el sentir general cuando se cumple una semana de entrenamientos del equipo rojiblancos. Apabulla. Desde el físico y el centro del campo.

Hasta La Cuesta del Profe Ortega parece menos cuesta cuando él la encara. Dejó varios metros, pero varios de muchos, atrás a Héctor Herrera cuando el miércoles por la mañana la encaraban por parejas en un ejercicio del Cholo. En ningún otro tándem hubo tanta diferencia. También sobresalió su poderío físico en el Beep Test con el que el Profe Ortega suele dar por inauguradas sus pretemporadas: gana el último que se para. Venció Sanabria, por delante de un Vitolo que pide paso, minutos y oportunidades, y Marcos Llorente, como no. Pero no es sólo eso lo que a Simeone le llena los ojos. 

Al físico añade unas condiciones perfectas para la pizarra del entrenador argentino. Más vertical y menos poseedor que Rodrigo, desde el primer entrenamiento en Seegovia recibe el peto del equipo titular con el que trabaja el Cholo. Llorente es el mediocentro, el stopper. Koke y Saúl juegan por delante, como interiores. Y cumple como nadie. En los partidillos no hay balón que le pase cerca que no barra con sus botas. Roba, presionar y tapa agujeros. Es, de los nuevos, el que más fácil se ha adaptado a lo que exige el Profe y a lo que quiere el Cholo mientras la afición que le observa de cerca sólo puede hablar de él entre halagos. A Costa le va a empezar a repartirse el sobrenombre de Bestia. Ahora Simeone tiene también a otra. Marcos Llorente.