La redención de Griezmann
El francés vivió un final de temporada en 2016 marcado por la derrota, con el Atlético en Champions y con Francia en la Eurocopa. Este 2018 puede sentir lo contrario.
Antoine Griezmann vivió un verano del año 2016 marcado por la amargura futbolísitica. El delantero francés había caído con su club, el Atlético, en una final Europea, la Champions League, y con su selección, Francia, en una gran final de la Eurocopa. Tanto es así que el delantero se encontró con Cristiano Ronaldo en sus vacaciones en Miami y se acercó a su mesa para decirle bromeando "te odio", ya que el portugués había alzado los dos títulos.
Pero si algo tiene el fútbol es que da la posibilidad de resarcirse de un fracaso y en el caso de Griezmann podría hacerlo cerrando un 2018 opuesto. Para ello, Francia tendría que hacerse con el Mundial en la final que jugará contra Croacia en Moscú. Y es que el '7' se irá de vacaciones después de haber vuelto a jugar una final europea con el Atlético, en este caso la Europa League y de haber disputado una gran final con Francia, la del Mundial.
En 2016 Griezmann fue protagonista para mal en la final de Milán vestido de rojiblanco, errando un penalti que lanzó al larguero al inicio de la segunda mitad y viendo como el Real Madrid se hacía con el título en los penaltis pese a que el francés sí logró acertar en la tanda, algo que ha recordado recientemente afirmando que "si pudiese cambiar algo de mi carrera sería mi penalti en la final de la Champions contra el Real Madrid en 2016. Lo voy a recordar hasta que me muera. Hay días que antes de acostarte tengo pensamientos negativos y este penalti se me aparece algunas noches. Me digo "Mierda, si no lo hubiera fallado". Pero, cuando tenga 80 años, seguiré pensando en este penalti". Sin embargo este año, en su segunda final europea como atlético, se convirtió en el gran protagonista del duelo ante el Olympique de Marsella logrando un doblete en la victoria por 3-0 y echándose el equipo a sus espaldas en Lyon donde tan mal lo había pasado de niño después de ser rechazado por el equipo de su vida, el Olympique. Un título que fue clave para que finalmente decidiese continuar en el Atlético y donde en el futuro está poder ganar una Champions que se le escapó de la punta de los dedos, algo que definió su pareja Erika Choperena como "si ganas la Champions aquí serás historia. Siempre. Allí serás uno más (referido al Barcelona)".
Tampoco fue determinante en la final de la Eurocopa de 2016 donde llegaba lanzado como Bota de Oro (logró seis tantos en el torneo) y donde recibió el premio a mejor jugador del campeonato pese a caer ante Portugal en la prórroga. Una gran parada de Rui Patricio le dejó sin gol tras un buen remate de cabeza y finalmente no pudo levantar el título en su país. Ahora, tendrá una segunda oportunidad de ganar un gran torneo con Francia y en este caso será el más importante, un Mundial. Francia sólo tiene un precedente, en 1998, y Griezmann ha sido clave para llegar a la final como ya lo fue en la Eurocopa. Suma tres goles y dos asistencias en Rusia, pero su importancia se ha acrecentado en las rondas eliminatorias. Un gol de penalti en octavos contra Argentina, un gol y una asistencia en cuartos frente a Uruguay y el pase de gol en el único tanto del encuentro frente a Bélgica. Así se encuentra ante la posibilidad de cambiar su historia y ganar dos finales en el último mes de la temporada por las dos perdidas dos años atrás.
