Hace unas semanas os contábamos la importancia del trabajo psicológico en los deportes electrónicos. Dentro de este trabajo, uno de los puntos clave era la gestión de la ansiedad en los jugadores, tanto dentro de partida como fuera de ella. Acerca de este tema, hemos hablado con Pixel-Mind, un grupo de personas que ofrece servicios de mental coaching y de psicología especializados en los deportes electrónicos.
«El trabajo con el tilt, la ansiedad y el nerviosismo son el pan nuestro de cada día con los jugadores con los que intervenimos», aseguran. Entre los motivos de que se den con tanta frecuencia estos problemas, ellos destacan especialmente que la gran mayoría de jugadores de deportes electrónicos —grupo que se nutre de jóvenes entre los 16 y los 25 años, un rango edad inferior al de otros deportes por equipos— no han sido formados en el control de sus estados de ánimo para adaptarlo a las necesidades de la competición.
Un ejemplo que apuntan desde Pixel-Mind es el de los eventos presenciales en jugadores con poca experiencia en los mismos. «Los eventos presenciales donde se cuenta con retransmisión por televisión o con espectadores en directo suelen generar elevados estados de ansiedad en los jugadores», afirman. Por ello, buscan trabajar el control de la ansiedad en estos escenarios a través de técnicas como la Gestalt, el Coaching y la Programación Neurolingüística.
Superar las barreras autoimpuestas
La terapia Gestalt trabaja a través de la propia experiencia para conseguir que el jugador se dé cuenta de cómo se siente en ese momento, de los aspectos que le influyen y las barreras que se autoimpone. Así, con el problema detectado, trabajan mediante la Programación Neurolingüística, una técnica que trabaja desde la comunicación y que, aplicada al caso, puede servir para mejorar el autoconocimiento, el liderazgo o para dar herramientas a los entrenadores de cara a influir en sus jugadores.
Trabajan el control de la ansiedad a través de técnicas como la Gestalt, el Coaching y la Programación Neurolingüística.
Un caso hipotético que nos exponen desde Pixel-Mind sería el de un jugador de Clash Royale que, cuando tiene que jugar contra un mazo que le contrarresta, cree que es imposible ganar la partida. Mediante ambas técnicas pueden hacer ver al jugador que él mismo agranda el obstáculo mediante esas creencias limitantes y le dan los medios necesarios para analizar la situación desde el qué hacer.
Trabajo específico
Marc y Albert, los fundadores de Pixel-Mind, han trabajado con diversos clubes de deportes electrónicos de la escena española, incluyendo algunos de gran renombre. La clave de su trabajo está en que intentan aplicar un plan específico a cada caso particular, renunciando a construir terapias preestablecidas que, por necesidad, pierden eficacia.
«No vendemos un modelo alemán. Nosotros tenemos una serie de herramientas y a través de ellas trabajamos con cada club y jugador adecuándolas a sus necesidades», aseguran. «Mucha gente nos escribe pidiendo consejos para controlar los nervios y, la verdad, nos gustaría poder tener los secretos para una eficaz gestión emocional. Pero la verdad es que cada persona es un mundo diferente y precisa de unos recursos totalmente personalizados».
«Para llegar a descubrirlos necesitamos conocer a la persona, hablar con ella, ver de qué manera ha vivido situaciones similares en su pasado, hablar con su entorno y ver qué tipo de recursos tiene a su alcance», nos aseguran. «A partir de aquí proponemos un tipo de intervención adecuada a sus necesidades para que este jugador pueda utilizarlas en casos futuros por su cuenta», añaden.
Su trabajo, según nos cuentan, parte desde los entrenadores para que, desde ahí, afecte a los jugadores, ya que son los que más horas pasan con ellos. «Deben de ser capaces de detectar las necesidades de los jugadores, por eso les enseñamos a observar», afirman. Y es que, para ellos, el objetivo de este trabajo es el «empoderamiento» del jugador, no la dependencia hacia el psicólogo. «Aunque nos tiremos piedras en nuestro tejado, sería ideal que los equipos no nos necesitaran más», sentencian.