eSports

Cómo vive y cuánto entrena un jugador profesional de esports

Un mundo con una exigencia de rendimiento altísima, donde los deportistas son sustituidos si no mantienen un nivel constante de triunfos.

El mundo de los deportes electrónicos se está profesionalizando más cada día que pasa. Los equipos invierten más en el entrenamiento de los deportistas y en su bienestar. Sin embargo la exigencia es máxima y los puestos en los equipos son muy volátiles. Quien hoy se encuentra en el pináculo de su carrera deportiva puede quedarse fuera del panorama en la siguiente temporada.

En el momento en el que un jugador consigue ser fichado por un equipo importante, su vida cambia radicalmente. El primer cambio es una relocalización en pisos comunes que comparten con el resto del equipo (sobre todo en equipos que están formados por integrantes de varios países). A partir de ahí comienza un estricto régimen de entrenamiento, tanto físico como psicológico.

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El entrenamiento de un jugador profesional suele ocupar el día completo. Por las mañanas: entrenamiento físico y ayuda psicológica para poder combatir el estrés diario que supone la competición profesional. Durante tres o cuatro horas se ejercita el cuerpo para ganar rutina, disciplina y descargar el estrés propio de un deporte con un componente mental tan alto. La ayuda psicológica, que es cada vez más necesaria para los jugadores, tiene un papel muy importante a la hora de compartir con un profesional las inquietudes de un sector inestable.

La rutina de H2K Gaming

Después de comer comienza el entrenamiento propio del videojuego. Algunos equipos, como H2K (League of Legends) tienen un régimen de entrenamiento muy riguroso. Comienzan entrenando durante tres horas (de 15:00 a 18:00) en las que practican jugadas, compiten contra otros usuarios online, y reciben indicaciones del coach.

Imagen del equipo H2K

Continúan con una hora de descanso, que suelen utilizar para descansar y cenar algo. Tras el receso, prosiguen con el entrenamiento durante otras 3 horas, hasta las 22:00. Para concluir la jornada de entrenamiento tienen una sesión de observación de las partidas jugadas: análisis de grandes equipos y una ronda de explicación sobre los logros que han conseguido. Estas sesiones de control suelen terminar a las doce de la noche.

Estos chicos, comprometidos al 100% con su deporte, suelen sacrificar muchos aspectos de su vida diaria para poder ser los mejores en su deporte. Siguen un régimen muy severo de ejercicio, alimentación y socialización que les permite desarrollarse plenamente en su deporte. Sacrifican mucho de su ocio y de su vida personal para estar en un sector en el que o estás en lo más alto o no estás.