Hace unas semanas informamos de la decisión de Blizzard Entertainment de llevar a juicio a la compañia Bossland, que lleva varios años creando programas para hackear y hacer trampas en juegos como World of Warcraft y el más reciente Overwatch.

Existieron varios obstáculos en un primer momento, pero finalmente Blizzard logró ganar una demanda por vulneración de derechos de autor, reclamando 8,6 millones de dólares a su adversario. Desgraciadamente, no repara ni mucho menos todo el daño realizado por Bossland, que ha podido librarse de ir a juicio por otros cargos por no tener sede en Estados Unidos.

Bossland seguirá ofreciendo hacks

La empresa de hacks crea programas que permiten apuntar automáticamente en Overwatch (el infame Watchover Tyrant, muy popular en China y Corea) o bots que juegan por ti en Hearthstone, entre otros.

Bossland tiene sede en Alemania, y a día de hoy está dispuesta a continuar con la batalla legal contra Blizzard argumentando que la corte de Estados Unidos no tiene jurisdicción sobre la compañía, y que por lo tanto seguirán ofreciendo sus servicios en otros países.