Exhibiciones, dopaje y un sobre
Arroyo perdió la Vuelta de 1982 por dar positivo
Sólo dos ciclistas vistieron de amarillo en 1981. El primero fue un neoprofesional, el francés Regis Clere, vencedor del prólogo y que mantuvo el liderato hasta la cronoescalada de Sierra Nevada. En esta etapa se impuso Battaglin, vencedor final de la Vuelta.
En 1982, por primera vez en la historia de la carrera la organización desposeía de su triunfo al vencedor por un caso de dopaje. El perjudicado, Ángel Arroyo. El beneficiado, Marino Lejarreta.
La victoria más bella
La edición de 1983 fue una de las más bellas de la historia de la Vuelta. Con toda España como testigo a través de la televisión, fue el año del relanzamiento de la prueba. El vencedor final de la ronda fue el francés Bernard Hinault, quien tuvo que ofrecer una de sus más impresionantes exhibiciones par llegar vestido de amarillo a Madrid. Antes ya se habían lucido los españoles Lejarreta, Gorospe, Pino o Alberto Fernández. Cuatro fueron las etapas que marcaron el desarrollo de esta edición de la Vuelta a España. La primera, la cronoescalada de 38 kilómetros entre Sabiñánigo y Panticosa. Marino Lejarreta, ya entonces líder, afianzó su primera posición tras realizar una portentosa exhibición de condiciones que hizo sonrojarse al propio Hinault. La siguiente fue un par de días después, una etapa en línea entre Zaragoza y Soria que tuvo al viento como protagonista. Este provocó un "abanico" en el pelotón y dio en la cuneta con los huesos de Lejarreta, que perdió el liderato. El tercer gran hito de la prueba tuvo por escenario las rampas de hasta un 17 por ciento de desnivel del alto de La Huesera y a Lejarreta, de nuevo, como protagonista. Su espectacular victoria convirtió Los Lagos de Covadonga en el más emblemático puerto de la Vuelta a partir de ese momento. A pesar de la exhibición del vasco, Alberto Fernández continuó vestido con el maillot amarillo, que pasó después a Álvaro Pino y Julián Gorospe. A falta de tres etapas para la conclusión de la Vuelta y herido en su orgullo de campeón, Hinault pasó a la acción. Destrozó al pelotón en la subida al puerto de Serranillos, venció en la meta de Avila, desalojó a Gorospe del primer puesto y dejó sentenciada la carrera.
Sorprendente
La edición de 1984 fue una de las más emocionantes de la historia de la Vuelta. Seis segundos separaron a Alberto Fernández de la victoria, que fue de forma sorprendente para el francés Eric Caritoux. La Vuelta de 1985 tuvo un desenlace sorprendente. En la penúltima etapa el ganador virtual, Robert Millar, se dejó arrebatar el liderato por Pedro Delgado, que estaba a más de seis minutos en la general. El escocés llegó a la penúltima etapa, Alcalá de Henares-Dyc, con la única preocupación de controlar al colombiano Pacho Rodríguez, del Zor, que estaba a diez segundos en la clasificación. El momento clave de la etapa llega en la ascensión a las primeras rampas del puerto de Cotos. Pepe Recio, del Kelme, y Pedro Delgado se escaan. Momentos después, pinchó Millar y a los dos fugados se les unen Pacho Rodríguez y Cabestany. Recio corona el alto en solitario. Perico viene por detrás, con Pacho y Cabestany algo más retrasados. El colombiano es el virtual vencedor. Millar consigue enlazar con los escapados, excepto con Recio, en la ascensión a Navacerrada. Delgado vuelve a dejar tirado a Millar, de alcance a Recio y los dos se presentan en solitario en la línea de meta. Aventajan en 6:47 a Millar. Delgado había ganado la Vuelta.
La Vuelta de 1986 encumbró a Álvaro Pino. El corredor gallego se vistió de amarillo tras la contrarreloj de la undécima etapa, afianzó su liderato en la sierra madrileña y sentenció la prueba en Sierra Nevada, donde se impuso Felipe Yáñez. Pino acabó a lo grande, imponiéndose en la última etapa, una contrarreloj sobre 22 kilómetros disputada en Jerez de la Frontera.
Colombia se paralizó en 1987 para seguir el triunfo de su compatriota Lucho Herrera en la Vuelta. El irlandés Sean Kelly partía como favorito, pero un forúnculo le hizo abandonar a falta de tres etapas, dejando el camino libre hasta la victoria para el colombiano, que precedió en el podio al alemán Dietzen y al francés Fignon.
Sean Kelly fue el gran triunfador en 1988. Antes de empezar la Vuelta hubo quien criticó las pocas dificultades montañosas que se iban a encontrar los corredores, algo que favorecía a Kelly y Dietzen, en detrimento de Pino y Cubino. Kelly no defraudó y respondió a las expectativas que había despertado.
El sobre de Perico a Ivanov
Pedro Delgado se apuntó su segunda Vuelta en 1989. Fue un triunfo menos espectacular que en 1985, pero igual de meritorio, ya que el segoviano superó a los escaladores colombianos. Uno de ellos, Farfán, dio positivo cuando iba líder. La polémica también acompañó al triunfo de Delgado, quien en la penúltima etapa contó con la colaboración de Ivanov para responder al ataque de Fabio Parra y Omar Hernández. Al día siguiente comenzaron las especulaciones cuando se supo que Delgado había entregado un sobre en la salida a Ivanov. Perico alegó que era un sobre con su dirección, ya que Ivanov y él eran grandes amigos.
La edición de 1990 estuvo marcada por la escapada que protagonizaron en las primeras etapas un grupo de corredores, entre los que se encontraban Julián Gorospe y Marco Giovanetti, vencedor final de la carrera, y que llegaron a sacar casi 10 minutos a los grandes favoritos al triunfo final.