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Escasez de alimentos: ¿qué productos se están acabando en el mundo y por qué?

Diversos factores, como la pandemia o la crisis de la energía, hacen que falten suministros en muchos países, algo que podría notarse en Navidad.

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Escasez de alimentos: ¿qué productos se están acabando en el mundo y por qué?
Alejandro Bolívar EFE

La humanidad se encamina hacia un futuro incierto, en el que amenaza la escasez de muchos productos. “El planeta tiene un problema de suministros. En cinco años habrá escasez de agua y alimentos”, advierte en El País Vaclav Smil, antiguo profesor de medio ambiente en la Universidad de Manitoba, quien señala que “debemos crecer en la dirección correcta” para evitarlo. En este sentido asegura que “necesitamos que crezcan Malasia e Indonesia, pero no Estados Unidos”, aunque asume que “una sociedad perfectamente igualitaria jamás existirá”.

No obstante, aunque este experto vaticina que esta escasez llegará en unos años, hay países que ya la están sufriendo debido a numerosos factores, como la pandemia de COVID-19, la falta de semiconductores, la crisis de energía. Como consecuencia, podrían producirse atascos en las cadenas de suministro e incluso comprometer la Navidad, pues, según señala BBC, hay muchos productos electrónicos, vehículos o juguetes guardados en contenedores de buques cargueros que no llegan a puerto o esperan conseguir espacio para el transporte marítimo.

Así, el medio británico ha recogido algunas de las mayores economías del mundo y de América Latina que se están viendo afectados actualmente por la carestía de productos, desde el café hasta el carbón, o por los retrasos en las entregas de estos.

La crisis del carbón en China

Michal Meidan, investigadora del Instituto Oxford de Estudios Energéticos, asegura a BBC que China está experimentando una escasez de casi todos los productos, desde papel, alimentos, textiles y juguetes, hasta chips para los iPhones. Un problema que afecta a clientes y negocios tanto nacionales como internacionales, pues estos artículos “pueden terminar con poco suministro en Navidad”.

Esta delicada situación se debe principalmente a una crisis eléctrica, por la que más de 20 provincias chinas han sufrido cortes de energía. Y es que más de la mitad de la electricidad del país proviene del carbón, cuyo precio ha aumentado notablemente en todo el mundo. Como estos costos no se pueden traspasar a los ciudadanos por el estricto control de los precios que ejerce el Gobierno, las empresas energéticas están reduciendo la producción. Además, la producción de carbón también se ha visto afectada por nuevos controles de seguridad en las minas, normas ambientales más estrictas y recientes inundaciones, señala Meidan.

Estados Unidos: peligran los juguetes y productos básicos

Un funcionario de la Casa Blanca también advierte de que durante la próxima Navidad “habrá cosas que la gente no podrá conseguir” en Estados Unidos, pues los inventarios de juguetes se verán afectados, al igual que algunos productos básicos como el papel higiénico, el agua embotellada, la ropa nueva y la comida para mascotas.

Una de las mayores causas de esto es el cuello de botella que existe en los puertos estadounidenses. Cuatro de cada 10 contenedores que ingresan al país lo hacen a través de solo dos puertos: Los Ángeles y Long Beach, en California. Como resultado, muchas embarcaciones tienen que hacer fila para descargar sus contendores.

Otro factor que ha influido en esta problemática es la pandemia, y los efectos de esta en países desde los que Estados Unidos importa productos. Por ejemplo, Nike fabrica muchos de sus artículos en países del sudeste asiático como Vietnam, donde se han cerrado algunas fábricas debido a la COVID-19. Y, aunque se lleguen a fabricar los productos, la entrega a minoristas es más complicada debido al cuello de botella, explica el profesor Willy Shih, investigador de la Escuela de Negocios de Harvard.

India: problemas con los automóviles y chips para ordenadores

Maruti Suzuki, el mayor fabricante de automóviles de India, ha sufrido una drástica caída de su producción debido, en parte, a la escasez mundial de semiconductores, que gestionan funciones como el suministro del motor y el frenado de emergencia. Su escasez se ha visto propiciada por problemas relacionados con los estragos de la pandemia en países como Japón y Corea del Sur, así como por el aumento de la demanda mundial de chips, que también se utilizan en teléfonos y ordenadores.

Adicionalmente, la implantación del teletrabajo en gran parte del mundo provocó un fuerte aumento de la demanda de semiconductores, ya que los empleados necesitan ordenadores portátiles o cámaras web para trabajar desde casa.

Asimismo, la situación se ha agravado por la propia alteración del suministro energético en el país, donde las reservas de carbón se están agotando peligrosamente. “Todo el sector manufacturero (cemento, acero y construcción) se ve afectado una vez que hay escasez de carbón”, lamenta Zohra Chatterji, exjefa de Coal India Limited. Las familias indias también se verán perjudicadas cuando aumenten los precios de la electricidad y de productos básicos como alimentos o aceite.

Nigeria se queda sin gas para cocinar

Nigeria se encuentra en uno de los escenarios más dramáticos, ya que sufre escasez de gas licuado de petróleo (GLP), que se utiliza principalmente para cocinar. Pese a que tiene las mayores reservas de gas natural de África, el precio del GLP creció casi un 60% entre abril y julio, lo que impide a muchos nigerianos comprar el producto. Como resultado, los hogares y las empresas recurrieron al carbón o la leña para cocinar.

Uno de los motivos para este enorme aumento de precios es que hay escasez mundial de suministro y Nigeria todavía depende del GNL importado. Además, la situación ha empeorado por la depreciación de la moneda local y la reintroducción de impuestos sobre el GNL. En cuanto a las consecuencias, los expertos advierten que podrían ser graves para la salud y el medio ambiente, ya que las personas recurren a combustible más baratos, pero más peligrosos.

América Latina: retrasos en las entregas

Aunque la situación es diferente en cada país de Latinoamérica, hay ciertos patrones que son comunes en casi todo el territorio, como el retraso en la entrega de productos a los consumidores y aumento de precios. Por ejemplo, en Colombia, “hay retraso en la llegada de algunos productos electrónicos, electrodomésticos, autos y muchos otros”, según Javier Díaz, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Comercio Exterior de Colombia (Analdex). Así, aunque todavía no hay escasez de productos, “las exportaciones y el manejo de fletes sí se vio trastocado”, explica Daniel Pardo, corresponsal de BBC Mundo en este país.

Por su parte, Brasil ha tenido una mala cosecha de café este año debido a la sequía más grave que sufre el país en casi un siglo, además de a las heladas y el ciclo natural de las cosechas. Estos desafíos para los productos de café se han agudizado por los altos costos de transporte marítimo y la escasez de contenedores. Además, es probable que estos aumentos se trasladen a los precios del café a nivel mundial, ya que Brasil es el mayor productor y exportador de este producto.