CORONAVIRUS

Fernando Simón pone fecha a la desaparición del coronavirus

El director del CCAES recuerda en una ponencia cómo fueron los primeros días en los que hubo conocimiento del virus. "No parecía una enfermedad tan grave".

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Fernando Simón pone fecha a la desaparición del coronavirus
Patricia Galiana Europa Press

Desde hace poco más de un año Fernando Simón se ha convertido en un rostro habitual en televisión. Con la llegada de la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) fue el encargado de evaluar su evolución e incidencia en España. El momento en que la COVID desaparezca parece complicado de conocer, aunque Simón se aventura con un pronóstico.

"A lo mejor a final del año que viene podemos decir que no hay coronavirus. Estamos en esa posición, probablemente seguirá entre nosotros, pero hay opciones de que no pase así". En una ponencia de conferencias en Ciudad Real, el experto ha recordado cómo otros virus, como la gripe aviar, también llegaron a su fin.

Inicio de la pandemia

Fernando Simón hace repaso de cómo fue el momento de conocer esta pandemia, que en un primer momento "no parecía una enfermedad tan grave". El 27 de diciembre de 2019 aparecen varios casos de una extraña y desconocida neumonía en China y, diez días más tarde, el virus estaba secuenciado. "Ya se tenía toda la información necesaria" en aquel país para enfrentarse al virus, que llegó más tarde a Europa y "al superpoderoso Estados Unidos".

Así, al viejo continente llegaría a través de una mujer que viajó de Wuhan a Alemania sin síntomas, generando un "pequeño brote". De ahí, una persona que compartió espacio de trabajo con ella tenía familiares en España, llegando el primer caso detectado en nuestro país.

En aquel momento, mediados de enero de 2020, Simón destaca la existencia de "un protocolo y un procedimiento", lo que situaba a España como "uno de los tres primeros países en tenerlos". La reunión del Comité de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó que no sería un problema a nivel mundial. "No había transmisión comunitaria en ningún sitio más allá de Wuhan, ni siquiera en las otras 30 provincias de China", rememora el epidemiólogo, quien admite "ciertas dudas" de la información suministrada por China.

Italia cambia la percepción

Simón, en su ponencia, destaca el "mosqueo" que generaron los cierres en ciudades como Wuhan. "Estábamos expectantes para ver qué significaba ese cierre. El 17 de febrero China tenía 70.000 casos y España dos: el alemán y uno inglés con el virus importado de Singapur que se había contagiado en Francia".

El momento clave llega a finales de febrero, cuando Italia confirma 200 casos en un solo día y decreta duras medidas como el cierre de territorios y la prohibición de reuniones. "Fue el primer país que cambió la percepción del virus". Llegaron así los grandes brotes a Europa.

El 9 de marzo, cinco días antes de la llegada del estado de alarma, es cuando todo se precipita. Antes, pequeños brotes en el norte y en Madrid "muy localizados, con más transmisión". Sin embargo, el 9 "todo se descontroló", pasando de una incidencia de entre 50 y 100 a más de 700.

Dejar atrás la mascarilla

Respecto al hecho de dejar de utilizar la mascarilla, Fernando Simón ha señalado que sería "dar un paso atrás" hacerlo antes de tener a más del 70% de la población vacunada, pues el éxito de la campaña de vacunación no depende únicamente de esta, sino que va acompañada de las medidas de control para evitar los contagios, además de precisar aquellos que cuentan con inmunidad por haber pasado la enfermedad.

"La inmunidad no solo se puede obtener por vacuna, porque no todos los vacunados se inmunizan, también por haber pasado la enfermedad. Si 40 de cada cien posibles casos los eliminamos por inmunidad, con la mascarilla, la distancia de seguridad y el buen comportamiento eliminamos un 20, un 30%. No lo sabemos, la probabilidad de infecciones es cada día menor, la inmunidad de rebaño la conseguiremos, si mantenemos el uso de mascarillas, bastante antes de lo que pensamos", ha reconocido el epidemiólogo.