CORONAVIRUS

¿Qué pacientes tienen más riesgo de sufrir COVID persistente o Long-COVID?

Es una enfermedad que implica secuelas y otras complicaciones médicas que duran semanas o meses después de la recuperación inicial tras la infección, pero sigue siendo un misterio para la comunidad científica.

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FLAVIO LO SCALZO REUTERS

Es un misterio. La ciencia avanza en su comprensión, pero la COVID persistente sigue siendo una desconocida en muchos aspectos. Se desconoce por qué implica secuelas y otras complicaciones médicas que duran semanas o meses después de la recuperación inicial tras la infección. Y tampoco está muy clara la causa de que afecte a unos pacientes y a otros no.

Precisamente a esa cuestión pretende responder, en la medida de lo posible, Frances Williams, profesora de Epidemiología Genómica (King's College London, UK), a través de un artículo publicado originalmente en 'The Coversation' a principios de año.

La COVID persistente se caracteriza por una acumulación de síntomas, que incluyen, de forma variable, dificultad para respirar, fatiga marcada, dolor de cabeza y pérdida de la capacidad para saborear y oler normalmente, y que pueden prolongarse durante semanas.

“Los científicos investigan desde hace tiempo esta variante de la enfermedad. Aunque aún hay puntos oscuros, nuestro conocimiento al respecto está aumentando”, explica Williams, para quien, como era previsible, “las personas con una enfermedad más grave inicialmente, caracterizada por más de cinco síntomas, parecen más expuestas. La edad avanzada y el sexo femenino también parecen ser factores de riesgo para presentar síntomas prolongados, al igual que tener un índice de masa corporal más alto”.

Al menos, es lo que se desprende del análisis inicial de los datos enviados a través de la aplicación ‘COVID Symptom Study’, que manejan tanto investigadores del King’s College London como del Sistema Nacional de Salud británico

El enfoque de estudio de órganos

Sin embargo, como comparte Williams, otro trabajo de investigación preliminar (pendiente de revisión por pares) sugiere que el SARS-CoV-2 también podría tener un impacto a largo plazo en órganos como el corazón, los pulmones o los riñones . “Pero el perfil de los afectados en este estudio es diferente al de los que informaron síntomas a través de la aplicación”, señala la experta.

Y es que, en este caso, los pacientes del estudio “tenían una edad media de 44 años, por lo que representaban una parte importante de la población joven en edad laboral. Solo el 18% había sido hospitalizado con covid-19”. “Lo que significa que el daño orgánico puede producirse incluso después de una infección no grave”, añade.

El síntoma de fatiga

Por si fuera poco, Frances Williams, también recoge en su disertación los resultados de otro estudio reciente a gran escala centrado en la fatiga. “Este síntoma es común después de la COVID-19, que ocurre en más de la mitad de los casos, y parece no estar relacionado con la gravedad de la enfermedad temprana. Los factores de riesgo de síntomas duraderos en este estudio incluyeron el hecho de ser mujer y, curiosamente, tener un diagnóstico previo de ansiedad y depresión”, explica la investigadora.

Si bien los hombres tienen un mayor riesgo de sufrir una infección grave, el hecho de que las mujeres se vean más afectadas por la COVID persistente puede reflejar un estado hormonal diferente o cambiante. “El receptor ACE2 que el SARS-CoV-2 usa para infectar el cuerpo está presente no solo en la superficie de las células respiratorias, sino también en las células de muchos órganos que producen hormonas, como la tiroides, la glándula suprarrenal y los ovarios”, asegura Williams.

“Con todo lo sucedido durante el último año, tendremos que separar qué impactos provienen del virus en sí y cuáles podrían ser la consecuencia de la disrupción social masiva provocada por esta pandemia. Sin embargo, lo que está claro es que los síntomas a largo plazo después de la COVID-19 son comunes, y que es probable que se necesite investigar las causas y los tratamientos la COVID persistente mucho después de que el brote haya remitido”, concluye.