CORONAVIRUS

La fórmula de Reino Unido para poner mil vacunas por minuto

Un 20% de los ciudadanos británicos ya ha recibido al menos una dosis de alguna de las aprobadas por el país. Entre los más rápidos del mundo.

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La respuesta de Reino Unido al coronavirus está siendo la de ir siempre un paso por delante del resto de países. Fueron de los primeros en aprobar las vacunas, de los primeros en empezar con el proceso de vacunación, y por consiguiente también son de los que más vacunas han puesto a sus ciudadanos. Hasta un 20% de los británicos ha recibido ya al menos una dosis de las aprobadas.

No es solo cuestión de haber empezado antes, son muchos los factores que influyen y que forman parte de una fórmula que está llevando a cabo Reino Unido a la perfección y que explica que vayan cumpliendo con sus objetivos. Pasó una dura segunda ola, que obligó al Gobierno a decretar un estricto confinamiento.

Ahora, mientras muchos países se quejan por la escasez de dosis y la Unión Europea reclama más, los británicos siguen centrados en su estrategia: poner vacunas lo más rápidamente posible. Así, Reino Unido estaría poniendo unas mil vacunas por minuto, según ha confirmado el responsable de vacunas de Reino Unido, Nadhim Zahawi.

Vacunación masiva en grandes recintos

Esto es algo que ya se está aplicando en otros países, como España, pero en Reino Unido es algo a lo que se ha recurrido desde el principio. En su plan de vacunación se incluyó la creación de una amplia red de espacios para inmunizar de manera rápida. Para ello, se habilitaron como centros de vacunación unos 50 grandes recintos (estadios, centros de congresos o catedrales), 206 hospitales y 1.200 lugares sanitarios como clínicas, centros de salud o farmacias.

En definitiva, cada ciudadano tenía cerca de su domicilio un lugar al que acudir, sobre todo destinado a la población de riesgo, algo que se ha logrado en un 96%. Además, se han añadido equipos móviles de vacunación. Hablamos de una capacidad para vacunar a dos millones de personas a la semana, según afirmó el Ministerio de Sanidad.

La ayuda de miles de voluntarios

Para poner tantas vacunas, es muy importante disponer de personal. En el caso de Reino Unido, ha contado con la colaboración de su ciudadanía, en concreto unos 200.000 voluntarios procedentes de fuera de la sanidad pública. Es decir, trabajadores de otros centros y sectores sanitarios, e incluso cualquier otra persona sin conocimiento médico que hay participado en otras tareas como el tratamiento de datos, el traslado de personas, inyectar estando supervisados, etc.

De esa cifra, algunos han participado ya y otros lo harán en cuanto lleguen más dosis, pero Reino Unido tiene a su disposición un ‘ejército’ listo para ayudar cuando se les necesite.

Una agresiva y rápida compra de dosis

Esta es una de las cuestiones más importantes, la velocidad con la que se ha movido Reino Unido desde el principio para no perder ni un segundo a la hora de negociar con las diferentes compañías y farmacéuticas. En abril de 2020 se creó un grupo especial de vacunas del Gobierno (VTF) con la misión de asegurarse el acceso a millones de dosis.

Consiguieron ser el primer país en comprar las dosis de Pfizer y el primero también en comprar, autorizar y administrar la vacuna de AstraZeneca y Oxford.

Confinamiento estricto, test masivos y control de fronteras

El gran inconveniente que ha tenido Reino Unido, de manera inesperada, ha sido el desarrollo de una cepa mucho más transmisible dentro de su país. Esto también les ha hecho aprender a defenderse de las que haya fuera. Por ello, exigen tres pruebas para aquellos que quieran entrar procedentes de Sudáfrica, Brasil u otro país marcado en rojo.

Se exige una PCR negativa en el país de origen y otras dos ya en suelo británico, además de un aislamiento. Esto forma parte de una estrategia masiva de realización de test, ya que se están poniendo todas las facilidades y están ofreciendo test rápidos a lugares de trabajo.

También se ha aplicado en Reino Unido un confinamiento duro, que poco a poco va a ir relajándose, una vez vaya pasando lo peor de la ola. La desescalada se hará de manera lenta, controlando a todo aquel que llegue al país.