El plan egoísta de dos millonarios para recibir la vacuna: fingieron ser indígenas
El suceso tuvo lugar en Canadá, donde una pareja se hizo pasar por ciudadanos de una pequeña comunidad que estaba siendo vacunada contra el coronavirus.
En España han trascendido varios casos de personas a las que ya se las ha administrado la vacuna contra el coronavirus, a pesar de que todavía no les correspondía. Se trata de una situación que no es exclusiva de nuestro país y que también está sucediendo en otros lugares. Uno de ellos es Canadá, donde una pareja de millonarios ha despertado la indignación de los ciudadanos por su comportamiento.
En su afán por recibir la vacuna, estos individuos no dudaron en hacerse pasar por miembros de una comunidad indígena para aprovecharse de las dosis que el Gobierno canadiense reserva a esta población. La pareja, formada por una actriz de 32 años, Ekaterina Baker, y un empresario de la industria del juego de 55, Rodney Baker, ha recibido durísimas críticas por su actitud tanto de los ciudadanos como de las autoridades sanitarias.
Destino Beaver Creek
Ekaterina y Rodney Baker no dudaron en recorrer una gran distancia para llevar a cabo su plan. Primero se desplazaron de Vancouver a la capital del territorio del Yukón, Whitehorse, y posteriormente hicieron uso de un avión privado para recorrer 540 kilómetros y alcanzar su destino final, Beaver Creek, como recoge Informativos Telecinco y detalla el medio local Yukon News.
En ese territorio estaba siendo administradas vacunas de la compañía estadounidense Moderna a una comunidad aislada de unas 100 personas. Los Baker, conocedores de la situación, decidieron mentir a los funcionarios de la clínica presentándose como trabajadores temporales de un motel local para poder acceder a ella.
La pareja, multada
Yukon News explica que este hecho pudo producirse debido a que los habitantes de esa zona no necesitan presentar un documento que acredite que viven y trabajan allí para recibir la vacuna. Basta con presentar las tarjetas de salud incluso si son de otro territorio mientras el titular sea residente en Yukon.
No obstante, los sanitarios comenzaron a sospechar después de que la pareja solicitase que le trasladasen al aeropuerto de la comunidad. Esta decisión provocó que llamasen al motel donde los Baker supuestamente trabajaban, confirmando que no eran trabajadores de este lugar. Las autoridades fueron puestas en conocimiento de la situación y finalmente sancionaron a la pareja con una multa de 1.150 dólares a cada uno (unos 750 euros) una vez comprobaron que la historia que habían argumentado no era real.