La tercera ola de la COVID-19 en España es ya una realidad y, por ello, todas las comunidades autónomas ya han tomado medidas más duras para frenar el avance de los contagios. Unas cifras de contagiados que no han parado de subir a lo largo de la semana, llegando a establecer un nuevo récord de toda la pandemia en nuestro país: este pasado miércoles notificaron hasta 41.576 nuevos positivos, una cifra que no se había alcanzado ni el pasado mes de marzo, cuando se decretó el confinamiento domiciliario en todo el país, junto con el estado de alarma.

Pese a estos número tan preocupantes, el Gobierno y Sanidad admiten que un confinamiento como el de marzo no es necesario, al menos por el momento y teniendo en cuenta las medidas tan duras que las comunidades han ido implantando la pasada semana. Sin embargo, la ocupación hospitalaria sigue preocupando por un tendencia al alza, especialmente la de las UCI, que cuenta cada vez con menos camas.

Y es que, pese a las nuevas restricciones de este enero, y todavía sufriendo las consecuencias de las Navidades, el Instituto de Métricas y Evaluación Sanitaria de Washington (IHME) -un centro de referencia en la pandemia del coronavirus- estima que no será hasta finales de mes, sobre el 29 de enero, cuando podamos ver un punto de inflexión en los contagios de esta tercera ola de pandemia de la que muchos expertos han advertido incluso antes de la llegada de las fiestas navideñas.

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Presión hospitalaria y fallecimientos

Según el estudio de modelos predictivos del IHME, indica que la tendencia al alza de la incidencia acumulada en gran parte de España hace estimar que el punto de inflexión en la ocupación y presión hospitalaria llegará a finales de enero, exactamente el próximo 29 de enero. Sin embargo -y dado los tiempos medios de este virus-, la mortalidad no llegará a su máximo punto hasta unas semanas después, en torno al 15 de febrero, para comenzar a bajar sus cifras en las semanas siguientes.

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Sin embargo, el mismo estudio indica que Madrid vivirá su pico en la presión hospitalaria más tarde, a mediados de febrero, al contrario que la segunda ola cuando se bajada se dio más temprano que en otras comunidades. A su vez, el descenso de la curva de fallecidos se producirá en el mismo punto que de manera nacional, aunque no de forma tan pronunciada.