Lorena Sánchez Felipe es una investigadora española que trabaja en el Instituto Rega de la Universidad de Lovaina (Bélgica). Este centro está desarrollando una sola dosis de la vacuna contra el coronavirus, basada en el remedio de la fiebre amarilla y que podría proteger de por vida. 

Se trata de la única española que pertenece al equipo: "Llevo trabajando aquí cuatro años en el grupo de vacunas. Mi labor principal es el diseño, el descubrimiento de nuevas vacunas. Me ocupo de toda la parte de biología molecular relacionada con ellas", asegura en EFE.

Esperan su autorización en 2022

Respecto al tratamiento basado en la vacuna de la fiebre amarilla, detalla que "desde el momento en que empezamos a trabajar hice rápidamente los diseños basados en el conocimiento que ya teníamos de otras vacunas. Hemos hecho un esfuerzo increíble. Nos hemos unido varios equipos trabajando en diferentes partes que eran necesarias para tratar de crear la vacuna lo antes posible".

Los científicos del Instituto Rega confían en que esta vacuna sea autorizada en 2022 tras los buenos resultados de las pruebas llevadas a cabo en hámsters y que deben ser completadas posteriormente con los ensayos en seres humanos.

Johan Netys, jefe del centro, detalla en EFE que "hemos visto que en hámsters nuestra vacuna es muy efectiva, una sola dosis los protege completamente en solo diez días contra la infección de SARS-Cov-2. La ventaja de nuestra vacuna es que también ayuda en lugares donde la fiebre amarilla es endémica, como Latinoamérica y África, eso puede ser un bonus. Además, se puede guardar a 5 grados, muy posiblemente tendrá una protección a largo plazo y protegerá también contra la fiebre amarilla".

En grandes cantidades

Está previsto que los ensayos en humanos comiencen el próximo otoño. Por ello, el laboratorio opera ahora con la empresa holandesa Batavia Biosciences para fabricar la vacuna en grandes cantidades y poder llevar a cabo los ensayos en voluntarios: "Somos un pequeño laboratorio académico, no podemos producir una vacuna en la cantidad que se necesita para llevar a cabo los ensayos clínicos, estamos trabajando con una compañía de Holanda, que está produciendo la vacuna para esas pruebas", asegura Sánchez Felipe. 

Respecto a los destinatarios, Netys apunta que podrán ser tanto la población de Europa y Estados Unidos ya vacunada como "los países donde la fiebre amarilla es endémica o en Asia, donde el mosquito que la transmite también se encuentra en algunas zonas y podría crear epidemias".