El número de contagiados por coronavirus en la ciudad china de Wuhan durante la primera ola fue diez veces superior a las cifras que se ofrecieron entonces, según ha confirmado este martes el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China. De esta forma, los datos registrados en el punto de origen de la pandemia en todo el planeta podían haber sido más alarmantes en los primeros meses.

Se ha llevado a cabo un estudio serológico con más de 34.000 muestras en Wuhan y el resto de la provincia de Hubei, así como en otros puntos de Pekín y Shanghái. Y con los datos obtenidos, se ha concluido que la tasa de prevalencia en Wuhan durante la primera ola fue de 4,43%, es decir, alrededor de casi medio millón de habitantes. Es una cifra muy superior, hasta diez veces mayor, a la aportada por la Comisión Municipal de Salud.

Además de esto, también se ha podido averiguar, y corregir, el porcentaje de personas con anticuerpos en la provincia de Hubei, que se reduce al 0,44%.

No se contabilizaron los asintomáticos

Según las autoridades de China, el error está en que no se incluyeron a los pacientes asintomáticos en los datos. Esto supone una falta de transparencia a la hora de dar los datos de personas positivas por coronavirus, ya que muchos de los casos considerados "clínicamente diagnosticados" nunca se hicieron públicos y eso adulteró el total de casos.

En enero y febrero, los hospitales de Wuhan estaban saturados, entonces se les decía a los pacientes que se fueran a casa, se aislaran y no se relacionaran. Pocas semanas después, la pandemia acabó extendiéndose, primero por el país, y finalmente por todo el mundo.

Wuhan optó por un confinamiento que duró 76 días y paralizó la actividad comercial y social. Aunque a la larga la situación está muy controlada, desde el inicio los contagios en China, según el registro de la Universidad Johns Hopkins, son 95.720 casos confirmados. También se contabilizan 4.777 fallecidos.

La pandemia está allí controlada de momento

A pesar de algunos rebrotes esporádicos, que han aumentado en las últimas semanas, China lleva meses con la epidemia prácticamente bajo control, sin registrar además ningún fallecimiento desde mediados de mayo.

Tampoco ha habido contagios locales desde esa fecha. Incluso en el transporte público ya no hay que presentar códigos de salud de reconocimiento rápido (QR) que garantizan que una persona no está infectada. Además, el uso de mascarillas se ha ido reduciendo enormemente.