Los habitantes de Wuhan ya hacen vida normal un año después de que se detectaran ahí los primeros casos de coronavirus. Sin contagios locales desde mediados de mayo, en el transporte público de la capital provincial de Hubei, situada en el centro de China, ya no es necesario presentar códigos de salud de reconocimiento rápido (QR) que garantizan que una persona no está infectada, y el uso de mascarillas se ha ido reduciendo desde el confinamiento masivo al que se sometió la ciudad el pasado enero.

Un aislamiento de 11 semanas que los ciudadanos veían como la única medida posible para evitar que la COVID-19 se propagase aún más y continuara haciendo estragos. Wuhan también consiguió revertir la situación gracias a la llegada de material y personal desde otras provincias chinas, las fuertes medidas de prevención o la construcción exprés de hospitales como el de Leishenshan, que comenzó a admitir pacientes en febrero.

Solo un 4,4% de la población presenta anticuerpos

Gracias a la buena estrategia de desarrolló Wuhan para contener el virus, ahora solo el 4,4% de sus ciudadanos presenta anticuerpos contra el SARS-CoV-2, según un estudio divulgado recientemente por el Centro de Control de Enfermedades (CDC) del país asiático, mientras que en el resto de Hubei la cifra cae al 0,44%. Hubei, y en concreto su capital, es con diferencia la zona que más casos acumula sobre el total en China. En las demás zonas analizadas, de las 12.000 personas que se sometieron a las pruebas serológicas, tan solo se detectaron defensas contra el agente infeccioso en dos.

“Los resultados de la encuesta muestran que el nivel de contagios entre la población de China es bajo, indicando que el control de la epidemia, con Wuhan como principal frente de batalla, ha sido exitoso y ha prevenido de manera efectiva la propagación a gran escala”, afirma el CDC en su cuenta oficial de la red social WeChat.

El estudio de seroprevalencia se llevó a cabo con una muestra de unas 34.000 personas en Wuhan, en el resto de Hubei y en otras seis regiones que, combinadas, suman más de 341 millones de habitantes: Pekín (norte), Liaoning (noreste), Cantón (sureste), Sichuan (centro) y Shanghái y Jiangsu, ambas en el este del país. Esta investigación también ha revelado que las personas que han superado el coronavirus tienen probabilidades “significativamente mayores” de tener anticuerpos de coronavirus que las que no lo han contraído, y que las personas de mediana edad y ancianos también presentan defensas más frecuentemente que otros grupos.

Situación en China

A pesar de algunos rebrotes esporádicos, que han aumentado en las últimas semanas, China lleva meses con la epidemia prácticamente bajo control, sin registrar además ningún fallecimiento desde mediados de mayo. Según las cifras oficiales, desde el inicio de la pandemia el gigante asiático ha detectado casi 87.000 casos de COVID-19, aunque en esta estadística no se incluyen los asintomáticos, y 4.634 fallecimientos.

Estudio sobre España

El organismo recuerda que este tipo de estudios también se han empleado para conocer el alcance de los contagios en otros países como España, donde la última encuesta de seroprevalencia apunta que un 9,9% la población, alrededor de 4,7 millones de personas, ha pasado el coronavirus y ha desarrollado anticuerpos, según la cuarta ronda del 'Estudio Nacional de Seroprevalencia ENE-COVID' hace dos semanas.

La mitad de los ciudadanos se infectó en la primera ola, según arrojaban las cifras de las tres primeras rondas que culminaron en julio y que elevaron la tasa de seroprevalencia al 5,2%. Mientras, la otra mitad se ha contagiado en esta segunda ola que vivimos, destacó la directora del ISCIII, Raquel Yotti, en una rueda de prensa conjunta con la directora del Centro Nacional de Epidemiología, Marina Pollán, y el secretario general de Salud Digital, Información e Innovación del SNS, Alfredo González.