La junta de accionistas de CaixaBank ha aprobado mayoritariamente absorber a Bankia para crear el mayor banco de España. Los propietarios presentes, que representaban el 70,3% del capital, han aprobado la fusión y los puestos del nuevo consejo de administración. Los accionistas de Bankia aprobaron también esta unión el pasado martes.

Una vez que ambas entidades han aprobado la fusión, ahora tienen que dar luz verde el Banco de España, el Banco Central Europeo, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y, por último, el Ministerio de Asuntos Económicos. La nueva entidad prevé que el proceso se complete en marzo de 2021, aunque hasta finales de año no se integrarán por completo ambas sociedades. El nuevo banco dará servicio a 20 millones de personas.

“No solo queremos ser el mejor banco de España, sino el mejor”, han manifestado los dirigentes de las antiguas entidades bancarias, José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia y de la futura sociedad, y Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank. Bankia y CaixaBank tienen sucursales en más de 2.200 municipios de todo el país y la sede social de la nueva compañía estará emplazada en Valencia.

El motivo principal por el que se ha producido esta fusión es que Bankia no tenía capacidad para obtener rentabilidad debido a que mantendría los tipos de interés negativo hasta 2027, según Goirigolzarri. Estos tipos de interés impedirían que la entidad pudiese aumentar su valor. Además, la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus ha hecho saltar las alarmas de las entidades bancarias y, con esta unión, se pretende disminuir los costes para tratar de enfatizar los ingresos.

Despidos pactados y papel del Estado

La fusión entre Bankia y CaixaBank, según El País, provocará el despido de 8.000 de los 51.500 trabajadores contratados por ambas entidades, lo que supone un 15% de la plantilla. Sobre ello, los representantes sindicales presentes en la junta de accionistas han lamentado “no tener información sobre la situación”.

“Pedimos que se garanticen unas buenas condiciones laborales, de empleo y de responsabilidad social”, ha manifestado Ruth Bolaños, portavoz de Comisiones Obreras. Sin embargo, los directivos de las entidades bancarias han anunciado que intentarán llegar a acuerdos con los representantes de los trabajadores.

El Estado, propietario del 62% de Bankia, pasará a poseer el 16% de la nueva entidad bancaria, ya que por cada acción en el banco absorbido se poseerán 0,6845 títulos del nuevo. Además, tendrá un consejero en el consejo de administración de la nueva CaixaBank.