País Vasco ha seguido la línea marcada por Navarra o Cataluña y ha decidido cerrar todos sus bares y restaurantes, así como los salones de juegos. Estarán exentos servicios de hoteles o similares y el reparto a domicilio, que funcionará hasta las 21:00 horas. 

El Gobierno de Íñigo Urkullu ha decidido tomar esta decisión después de observar la alta incidencia de la pandemia en dicho territorio, aunque por el momento no han recurrido a la petición de confinamiento general.

Se adelanta el toque de queda

Esta nueva medida, que estará vigente durante todo el mes de noviembre, comenzará a aplicarse desde el sábado. Asimismo, el toque de queda se adelanta desde las 23:00 a las 22:00 horas y el comercio se cerrará a las 21:00 horas, salvo farmacias y gasolineras. 

"Los datos no son tranquilizadores: constatamos una creciente y preocupante transmisión comunitaria del virus en Euskadi y en nuestro entorno. Es imprescindible adoptar nuevas medidas y es imprescindible hacerlo ahora. Es necesario romper con firmeza las cadenas de transmisión del virus", declaró el lehendakari.

Pese a ello, explicó que "no hay riesgo de colapso inminente" de la red sanitaria, pero sí una "amenaza en ciernes" de mayor tensionamiento de los hospitales. También subrayó que son medidas para "poder llegar a las Navidades en las mejores condiciones posibles".

Petición a los ciudadanos

Por último, Urkullu hizo un llamamiento expreso a la ciudadanía para que sea rigurosa en el cumplimiento de las nuevas disposiciones, porque de lo contrario, la sociedad estaría "condenada" a volver al confinamiento de marzo y abril.

"Me resisto a que la medida tuviere que ser la del confinamiento. Ojalá que surtan efecto. No quiero ponerme en el escenario de que no surtieren efecto", aseguró. Otras medidas anunciadas son: reducir el aforo en los templos al 35%, fin de cualquier actividad cultural a las 21:00 horas, suspensión del deporte en grupo en todos los casos (salvo las competiciones profesionales) y fin del horario del transporte a las 22:30 horas.