García-Sastre: "La normalidad volverá si la vacuna es efectiva"
El prestigioso virólogo comparte en AS cómo está la situación actual y las medidas imprescindibles para frenar la propagación de la enfermedad.
Adolfo García-Sastre (Burgos, 1964), director del Instituto Global Salud y Patógenos Emergentes del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, atiende en exclusiva a AS para explicar las principales características del coronavirus y cómo se prevé que evolucionará la pandemia.
- Nueva York fue uno de los grandes focos de la enfermedad, pero impuso medidas que mejoraron notablemente la situación, ¿Cómo está ahora la cosa allí?
No está dramática, aunque tampoco está todo lo bien que podría estar. Ha habido una subida de casos, especialmente en algunos barrios, que parece que vuelven otra vez a bajar. No parece que esté mal la cosa ahora, pero sí es verdad que hay más gente que necesita el hospital respecto a lo que había hace un mes. Entrando ahora en el invierno, con las escuelas ya funcionando y con los restaurantes al 25% de su capacidad, es cuestión de ver si realmente con las medidas que hay adicionales de diagnóstico, traceo, uso de mascarilla y responsabilidad social, si realmente sigue manteniéndose un nivel bajo o si empiezan a subir a niveles que sean más preocupantes. No sabemos todavía cómo va a evolucionar.
- ¿Qué ha hecho la ciudad para no sufrir una segunda ola tan severa como la que está azotando España y tener la situación aparentemente controlada?
Es difícil comparar, pero yo creo que aquí ha habido más diagnóstico que en España y eso ha encontrado sitios que tienen más incidencia que otros. En el momento que eso se ha observado, se han impuesto medidas más restrictivas, como el cierre de escuelas en algunos barrios y se ha hecho rápidamente. No sé si va a ser suficiente para contener una subida de más casos, pero de momento no parece que estén subiendo. Están subiendo, pero no a un nivel preocupante y no parece que sigan subiendo.
- Después de varios meses sufriendo la enfermedad, ¿qué sabemos hoy que no conociéramos en marzo?
Hay cosas que ya se sospechaban que ahora son más seguras. Se sospechaba que había transmisión entre asintomáticos, o antes de tener síntomas, y que era muy difícil de contener, pero ahora ya han aparecido estudios que demuestran esa transmisión. Así, una persona sin síntomas puede estar contagiada y transmitir la enfermedad a otra sin saberlo. Es un problema y ahora se adoptan esas medidas para intentar parar los contagios: uso de mascarillas, evitar contactos sociales incluso entre personas sin síntomas. Eso se sospechaba, pero ahora ya se puede decir que esas medidas son necesarias para contener los contagios. Eso es lo más importante. También los diagnósticos se han desarrollado rápidamente y puede haber problemas para saber que éste tenga mayor o menos capacidad diagnóstica porque haya más o menos test o debido a que haya más o menos personas realizándolos. Pero los diagnósticos que se han desarrollado son bastante buenos y reconocen con gran probabilidad a aquellos que están o no infectados, lo que ayuda mucho a poder controlar la enfermedad.
-Usted ya alertó de la gran cantidad de muertes que podía causar la pandemia… ¿Por qué no se tomaron medidas antes?
Creo que antes no se pensaba por mucha gente que esto pudiera ocasionar tantos problemas, y en el momento que empezó a causarlos, era ya muy difícil contenerlo de un modo menos drástico que con el confinamiento. Simplemente, ha habido complacencia con respecto a lo que se podía hacer y no había total seguridad de que el virus estaba tan extendido como lo estaba. Cuando se empezó a ver eso, comenzó a haber una afluencia masiva de gente en el hospital, lo que indicaba que el virus estaba muy extendido y que era difícil contenerlo en ese momento. Si se hubiesen podido tener diagnósticos al principio y hacer un aislamiento robusto, se hubiera podido contener como ocurrió en otros países, como en Taiwán o Singapur, pero es algo que tampoco ha sido fácil de hacer. La mayor parte de los países no pusieron las medidas a punto. Además, hay que tener en cuenta que tenemos un problema de atrás, que es que no se habían adoptado medidas de urgencia para desarrollar rápidamente diagnósticos, administrarlos o aumentar la capacidad hospitalaria en el caso de una pandemia a pesar de que sabíamos que eso podía ocurrir. No existía la infraestructura necesaria para adoptar rápidamente medidas de urgencia para parar una pandemia, y ese fue el principal problema, que no había esa infraestructura, que ha tenido que ser creada y no es suficiente aún, porque falta servicio hospitalario, traceadores, diagnósticos a la capacidad necesaria para poder contener. Entonces eso no se puede desarrollar de la noche a la mañana, eso debe tener que haber sido puesto a punto antes de una pandemia, si no, es complicado ponerlo a punto en una semana.
- ¿Cómo valora la gestión que se ha realizado en España? ¿Qué errores cree que se han cometido?
Se han cometido errores en muchos sitios, pero es muy difícil bregar con un virus como este, porque tampoco tenemos experiencia. El principal error yo creo que es un error de principio, de que no había una preparación suficiente para hacer frente a una pandemia como ésta a pesar de saber que una podría existir. Hay que tener preparada la infraestructura, también la legal para adoptar medidas que permitan parar la pandemia. ¿Qué quiero decir con esto? Se está hablando mucho de si es legal o no, la privacidad o no… hay medidas que podrían disminuir los contagios más fácilmente, pero son ilegales porque tienen que ver con la privacidad de las personas. Todo eso no se había hablado desde el principio, no había un marco legal para poder tomar medidas necesarias más contundentes y no había un marco de infraestructura hospitalaria. No es que se han cometido fallos después, que se han hecho algunos, pero el principal problema es que no se estaba preparado.
- El pasado domingo se aprobó el estado de alarma con la intención de que dure hasta el 9 de mayo. La medida más destacada es el toque de queda entre las 23:00 horas y las 6:00 horas, ¿Piensa que es una decisión acertada?
No soy experto en sociología y en números de contactos que existen entre el día y la noche, pero especialmente depende en cuántos contactos se van a disminuir por hacer un toque de queda. ¿Se van a disminuir los contactos por la noche? ¿Cuántos que pueden propagar infección ocurren durante la noche y cuántos durante el día? Si ocurre una gran mayoría durante la noche más que por el día, estas medidas van a ser efectivas. Pero si hay pocos contactos de noche comparados con los que ocurren durante el día, y éstos se mantienen al mismo nivel, entonces no va a dar resultado.
- Se acerca una época en la que abundan las reuniones sociales como es la Navidad, ¿Qué recomendaciones haría usted para pasar unas fiestas seguras?
Intentar pasarlas por Zoom lo mayor posible. Cuantas más reuniones haya, más fácil es que aumenten los contagios. Dependerá también de cuánto esté de extendido el virus. Si está a un nivel muy alto, va a suponer un problema. Si se hacen reuniones de una docena de personas y si no está muy extendido, no va a haber mucha propagación. A lo mejor ocurre por casualidad en una de cada 10.000 reuniones. Pero si está muy extendido, puede ocurrir en una de cada 100 reuniones, y eso ya es un nivel muy alto. Todo eso va a depender del nivel de contagios que tengamos en esa época y qué va a ser lo más prudente durante las reuniones familiares. Y ahora mismo, no podemos predecir cuántos contagios va a haber antes de la Navidad para decir con seguridad qué es lo más recomendable.
- Algunos expertos apuntan a que la mala situación actual en nuestro país podría deberse a realizar una rápida desescalada, ¿está de acuerdo?
Más que la rápida desescalada, lo más importante es que no había suficientes medidas para frenar los contagios cuando estaban a un nivel pequeño. Había pocos cuando se abrió el confinamiento, pero los contagiados no fueron detectados ni aislados a tiempo, por lo que quizá hubo más contactos de los que debería haber habido. Puede estar todo abierto, pero uno puede tener a nivel personal la responsabilidad de cuánto más posible evitar contactos sociales. Todo eso es lo que no funcionó bien, porque no hubo suficiente de una de las tres cosas o de las tres cosas seguramente.
- Europa está sufriendo una dura segunda ola, ¿podría haber una tercera?
Si no se contiene esta ola, va a ser un problema muy grande, aunque imagino que se contendrá. Si para eso se necesitan otra vez confinamientos, no tengo seguridad. Todo depende de cómo vayan evolucionando los números de casos, pero creo que se va a contener. Para que haya otra ola, es necesario que una vez que se contenga la actual, volvamos a no ser capaces de frenar los contagios que hay para que vuelvan a escalar al nivel de ahora. Si tomamos las mismas medidas que se tomaron cuando se empezó a abrir el confinamiento tras parar la ola, entonces volveremos a otra ola, que es lo que ha pasado. Pero si se hace más esfuerzo en diagnósticos, traceos, o responsabilidad personal, se podría contener una tercera. Aunque hablo imaginando que la vacuna seguramente esté disponible para una gran parte de la población a mediados del año que viene. Todavía nos queda tiempo para frenar esta ola y una tercera si no se pone más esfuerzo en las medidas.
- Una vez llegue la vacuna, ¿podremos dar la enfermedad por finalizada y volver a la normalidad?
La enfermedad no va a desaparecer con la vacuna, pero la normalidad sí va a volver si la vacuna es efectiva. El virus va a seguir circulando, causando hospitalizaciones y fallecimientos, pero la proporción de gente que va a tener enfermedad severa o que muera, va a ser menor que la cantidad de gente que se contagia ahora si se deja al virus circular sin medidas. Eso va a suponer que se convierta en algo similar a la gripe estacional, dado que hay una vacuna, pero no logra parar completamente los contagios y causa severos, hospitalizaciones, fallecimientos, pero eso no ha supuesto que tengamos medidas como las que se están tomando ahora para poder parar los contagios de gripe estacional. Va a seguir habiendo COVID-19, pero a un nivel lo suficientemente bajo para tener una normalidad sin que haya que tomar las medidas que se están tomando ahora.
- ¿Qué le parecen los casos de reinfección que se están conociendo?
Son normales, siempre va a haber reinfecciones y me parecen anecdóticos por el momento. No veo ninguna razón para pensar que la inmunidad adquirida por infección no ayude a disminuir la capacidad de contagio. Va a ser siempre una proporción. Si uno tiene una susceptibilidad de infección del 80%, y está en un sitio cerrado con gente contagiada, y tienes el 80% de probabilidad de contagiarte y el 20% para no hacerlo, esa inmunidad natural hace que la proporción de infección disminuya. No quiere decir que sea del 0%, pero va a bajar. La evidencia es que las personas que ya han sufrido la infección tienen menor posibilidad de volver a contagiarse que aquellas que no lo han hecho. No sabemos cuánta menos probabilidad, pero sabemos que es una proporción más baja.
- Existen varios estudios que confirman el contagio por aerosoles, ¿Qué recomendación haría a los ciudadanos ahora que llega el frío y se suele pasar un mayor tiempo en espacios cerrados?
Lo importante es con quién pasas el tiempo en espacios cerrados. Si es con el núcleo familiar, y hay pocos contactos fuera, puede ser que una persona se infecte y lo haga con el resto de la familia. Pero la capacidad de contagio en sitios cerrados aumenta cuanta más gente admitas en esos espacios. Si invitas a muchos amigos o familiares en sitios cerrados, vas a tener más posibilidad de contagiarte. Todo depende del número de contactos que tengas para poder evitar en lo posible ser contagiado. No se puede evitar completamente, la única forma es con un completo aislamiento, pero eso sabemos que no va a ocurrir. Lo que sí se puede hacer es disminuir la probabilidad de ser contagiado mediante la reducción de contactos cuanto más mejor. Y si los contactos necesarios son fuera de un sitio cerrado, mucho mejor.
- ¿Qué incógnitas cree que nos quedan por conocer del virus?
Lo más importante ahora mismo es saber cuál el nivel de la protección de las vacunas y de la inmunidad natural y cuánto tiempo dura. En cuanto al nivel de protección, no me refiero sólo con la enfermedad, sino a protección contra contagio y a contagiar, que no son necesariamente lo mismo. Si uno no se contagia, no desarrolla la enfermedad, pero no todas las personas contagiadas desarrollan enfermedad. Es posible que la inmunidad adquirida por vacunación o por haber pasado la enfermedad, sea más efectiva en reducir la probabilidad de volver a enfermar que en evitar que te vuelvas a contagiar. ¿Por qué? Porque la enfermedad ocurre cuando el virus empieza a invadir la parte respiratoria baja. Empieza la infección en el aparato respiratorio alto y esa infección provoca los contagios. Los virus respiratorios se propagan a través de formación de aerosoles en la parte respiratoria alta, donde se replican, pero la enfermedad se ocasiona cuando empiezan a invadir el pulmón y causan efectos más sistémicos, con fallos de otros órganos. La inmunidad por anticuerpos, que es la más efectiva para parar contagios, es mucho más efectiva en la parte respiratoria baja en el pulmón, porque anticuerpos en sangre son capaces de estar y penetrar en el pulmón para parar la infección, pero es más difícil de parar en la parte respiratoria alta, porque existen menos anticuerpos que llegan de sangre. Ahí funciona más la inmunidad mucosal que existe en los anticuerpos de mucosa, que son más difíciles de inducir por vacunación. Eso quiere decir que las vacunas quizá protejan de enfermedad muy bien, pero no protejan del todo contra infección. Eso va a ser beneficioso, porque lo más importante es acabar con la enfermedad, no tanto con los contagios. Si la gente sigue contagiándose, pero no desarrolla enfermedad, no hay problema tampoco. Pero eso es una incógnita que no sabemos aún, cuánto es el nivel de anticuerpos que se necesita para poder proteger contra enfermedad, contra infección y contra contagio, porque también es posible que una persona se infecte, no desarrolle enfermedad y sea contagiosa durante dos días, si es que tiene inmunidad en lugar de ser contagiosa durante siete días, que es más o menos el tiempo que dura el contagio durante una enfermedad normal. Todos esos parámetros no los conocemos aún, ni cuánto dura la inmunidad. Son incógnitas, pero lo sabremos en el futuro y son detalles que tienen cierta importancia, pero que no son tan importantes como el saber cuál es el nivel de inmunidad necesario para parar la enfermedad, que no lo sabemos, pero lo sospechamos debido a los estudios en ensayos de animales y a la cantidad de anticuerpos que desarrollan por inmunidad natural y a lo difícil que parece ser que aquellas personas que han adquirido inmunidad natural se vuelvan a infectar.
- ¿Piensa que aparecerán nuevas pandemias?
De coronavirus no sé, pero de gripe van a seguir ocurriendo. De coronavirus, estas pandemias han sido más esporádicas que las causadas por la gripe. No sabemos cuándo fue la última pandemia causada por un coronavirus. Quizá hubo una hace mucho tiempo de alguno de los coronavirus humanos que están circulando ahora y que derivan en un catarro común y quizá entraron como una pandemia hace cientos o miles de años, eso no lo sabemos. Pero pandemias con virus de la gripe sabemos que ocurren con una frecuencia de entre 10 y 50 años y que han estado ocurriendo así siempre. Eso no ha cambiado de ningún modo el panorama respecto a virus de la gripe y entonces la posibilidad de una pandemia causada por un virus de la gripe es real. No sólo es real, va a ocurrir. Ahora, si ocurre al año que viene, que sería un desastre después de parar la pandemia de COVID-19, sería salir de la sartén para entrar en las brasas. No es probable que ocurra dentro de un año, pero es real que va a ocurrir en algún momento: quizá dentro de 10, 20 o 40 años. Cuando eso ocurra, de nuevo habrá que estar preparado para poderlas afrontar, porque el principal problema con la actual pandemia es que no se estaba preparado. No puedes desarrollar lo que necesitas para pararla de un día para otro, se necesitan al menos años de poder desarrollar todo el marco legal y la infraestructura necesaria para poder desplegar rápidamente el sistema que permita hacer frente a los contagios, cuando todavía sean pocos, antes de que adquieran proporciones como las que se han adquirido, y que dan lugar a un problema de colapso hospitalario.