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El coronavirus no frena a las bandas especializadas en robos en domicilios

Desde la apertura de las fronteras internacionales, las bandas viajan por toda Europa desvalijando casas. El método del 'resbalón', el más común.

El coronavirus no frena a las bandas especializadas en robos en domicilios
Policía Nacional

La llegada de la nueva normalidad también trajo consigo algo relacionado con la vieja normalidad. Una vez levantado el estado de alarma y con la posibilidad de salir de casa, el nivel de robos en domicilios ha ido creciendo, especialmente en la provincia de Málaga, una provincia con mucho turismo.

Se trata, en general, de bandas internacionales especializadas en adentrarse en domicilios ajenos y arrasar con todo aquello que tenga valor. La apertura de fronteras he provocado un aumento de los robos. Estas bandas, según indica Diario Sur citando fuentes de la unidad de Robos de la Policía Nacional de Málaga, "se mueven de forma constante por Europa, proceden de muchos países, en muchos casos del este". El ir de aquí para allá dificulta la labor de las autoridades locales que andan tras sus pasos.

En el caso concreto de Málaga, la delincuencia cayó un 22% durante el segundo trimestre de 2020. Sin embargo, la llegada del verano provocó un aumento de los robos de este tipo de organizaciones. Pese a que según el Ministerio del Interior los robos con fuerza en viviendas han caído un 23%, los casos siguen siendo altos: 1.802 en la segunda mitad del año.

Modus operandi

Desde la unidad de Robos indican que el método más usado por las bandas para adentrarse en casas ajenas es el conocido como "resbalón". "Si la casa no tiene echada la cerradura le aplican un poco de champú y con un sistema de plásticos fuerzan el acceso. Con eso y algo de fuerza el plástico puede pasar por el marco y abrir la cerradura. Es, como aseguran, uno de los métodos más fáciles, y por ello, la policía Nacional lanzó la recomendación de cerrar siempre con llave al salir de casa. En algunos casos, además, hacen uso de escalas y picos de loros (sistema que emplea una llave de grifería para forzar las cerraduras).

Para asegurarse de que no hay nadie en la casa que buscan robar, dejan como marcas unos pequeños trozos de plástico transparente adherido en el marco de la puerta. Si después de unos días sigue donde estaba, es que nadie ha entrado en la casa.

Una vez dentro, tiene claro qué deben robar: "joyas, oro y dinero, no sacan de la casa nada rastreable y que no queda en el bolsillo. Van a lo suyo, cuentan con canales de salida para las joyas", reconoce la unidad de Robos a Diario Sur. Para no ser reconocidos usan ropa reversible y se cambian dentro de la vivienda.