HIGIENE

Coronavirus: multas y sanciones por llevar mal la mascarilla en el coche

Llevar la mascarilla colgada del espejo retrovisor puede conllevar multas de hasta 80 euros por reducir en campo de visión del conductor.

Coronavirus: multas y sanciones por llevar mal la mascarilla en el coche

La mascarilla se ha convertido en los últimos meses en nuestra gran aliada en el día a día para combatir contra el coronavirus. Un objeto ya indispensable que, a pesar de que muchos no lo tengan en cuenta, también es importante cuidar para garantizar su efectividad, a la vez que cumplir con unas normas de higiene importantes.

Una norma que muchos han olvidado en sus vehículos privados. Y es que ya desde el inicio de la pandemia en marzo se ha vuelto normal ver en los coches mascarillas colgadas de los espejos retrovisores o enganchadas a la cambio de marchas de los coches. Una medida por la que se pueden llegar a poner multas de hasta 80 euros por dos motivos: la reducción del campo de visibilidad a la hora de conducir -artículo 19 del Reglamento General de Circulación- con la pérdida de atención del conductor y la falta de higiene con las mascarillas en contacto con otras superficies.

Es por ello que hay que tener cierto cuidado al quitarnos las mascarillas dentro de los vehículos privados. Lo primero de todo es tener en cuenta que la mascarilla es obligatoria en todo momento salvo en dos excepciones: que uno vaya sólo en el coche o con convivientes. Es decir, si llevas a familiares que no vivan contigo o amigos en tu coche, debes tener puesta la mascarilla para evitar un posible contagio.

En caso de poder quitártela, no la dejes tirada en cualquier asiento o en la guantera. Es importante guardarlas en un sobre de papel o tela, un lugar específico para que la mascarilla no esté en contacto con otras superficies que puedan tener el virus, es decir, que se contaminen o pierdan su efectividad. Y, recuerda, a la hora de quitársela es importante tocarla sólo por las gomas y lavarse las manos inmediatamente, antes de poder llevárnoslas a la cara.