CORONAVIRUS

Madrid, cercado por la COVID-19

Es la comunidad que más nuevos casos notifica y mayor presión tiene en sus hospitales, aunque el Gobierno regional dice que la situación "está controlada".

Madrid, cercado por la COVID-19

Los hospitales madrileños se están sumiendo en una situación muy delicada. El lunes, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, informó el lunes de que la ocupación hospitalaria en las camas de la Comunidad de Madrid por casos de coronavirus había alcanzado el 18%, frente al 7% que hay de media en el ámbito nacional con 7.892 camas ocupadas. Por su parte, Antonio Zapater, viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19 de la Comunidad, comunicó este martes que ya hay 2.139 ingresados en las plantas de los hospitales y 275 pacientes en la UCI.

Actualmente, la Comunidad de Madrid no es solo la que más casos de COVID-19 notifica, sino también la que más presión hospitalaria tiene, aunque dista mucho del dramático escenario que se vivió en los meses de marzo y abril, según coinciden Zapater y Simón. De hecho, el viceconsejero afirmó que por ahora la situación hospitalaria está “controlada”. “Esto no quiere decir que estemos tranquilos. Pero ahora se ingresa a todas las personas con neumonías, cosa que antes no se hacía, y alrededor del 50% de los pacientes en UCI no están intubados, con lo que la estancia es menor”, señaló.

Y ya se está actuando también para evitar colapsos como los que se vivieron al principio de la pandemia, trasladando pacientes de hospitales con más cargas a otros con menos y, aunque no se plantea por el momento reabrir IFEMA como hospital de campaña, en caso necesario se podría hacer “en 48 horas”, reveló Zapatero quien también aseguró que si se alcanzan cifras no asumibles “Madrid haría lo que hiciera falta”.

Diferencias geográficas

La presión hospitalaria es muy diferente en función de la zona de la capital donde nos encontremos. “La mayor incidencia de casos de COVID está en la zona sur de Madrid”, explicó Zapatero. Parece ser que la principal causa es la socioeconómica, pues aquellos barrios más pobres están sufriendo más los estragos de esta segunda ola. Así, muchos hospitales, como el 12 de Octubre, tiene que aplazar operaciones no urgentes para no comprometer las UCI porque más de un tercio de sus pacientes están ingresados por COVID-19.

También es alarmante la situación del Gregorio Marañón. Si bien Simón afirmó que la ocupación de camas en Madrid rondaba el 18%, Patricia Muñoz, jefa del Servicio de Enfermedades Infecciosas y Microbiología de este hospital, afirmaba hace unos días en una entrevista para El Independiente que tienen “una ocupación cercana al 25%” de sus camas. “Es una ocupación importantísima y con mucha ocupación ya de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) Tenemos que transmitir a la población que esto ha cambiado. Ya no son los jovenzuelos que se iban de fiesta, que tenían una enfermedad muy leve. Esto ya no es así. Ahora mismo, la gente que está ingresando en los hospitales están siendo pacientes que con neumonía bilateral y que se ponen malos, que están en la UCI y que están falleciendo”, advirtió.

Además de estos dos hospitales, Ramón y Cajal, Clínico, y Virgen de la Torre también están muy afectados. En el resto, la situación todavía es “muy asumible”, explica en El País Manuel de Castro, de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid.

Falta personal

Con el transcurso de la pandemia, los hospitales se han equipado mejor en cuanto a la obtención de mascarillas, guantes o respiradores. Sin embargo, el personal sigue siendo muy escaso.

Marta Raurell, presidenta de la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias, lamenta que Madrid no se haya recuperado de la primera ola y ya comience a notar la presión de la segunda: “Todavía hay vacaciones, y hay menos personal. Se están haciendo programas exprés para adaptar a enfermeras no especializadas en UCI, pero nada estaba preparado para que las necesitáramos tan pronto. Pensábamos que había margen, que volveríamos de vacaciones con seminormalidad, pero no ha sido así”.

Por su parte, Ricard Ferrer, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias, explica que se está produciendo un sobreesfuerzo del personal, igual que la detracción de recursos que se destinaban a otros fines: “Cuando paramos el programa quirúrgico porque hay mucha COVID, en cierta forma estamos seleccionando”.

No obstante, la mayor lentitud con la que avanza la segunda ola, gracias a la mayor detección de casos, hace creer a los expertos que se podrá reaccionar antes de que se produzca un colapso sanitario como el de primavera.