Perder a un ser querido es duro, casi tanto como no tener recursos para costear un funeral en el que poder despedirte. Esta es la situación de miles de personas en Estados Unidos ahora mismo. Si bien es cierto que el país estadounidense ha aprobado leyes federales para garantizar que las compañías de seguros o el Gobierno cubran completamente los costes médicos derivados de la COVID-19, la población sigue recibiendo facturas muy elevadas por la estancia en el hospital y los tratamientos médicos. Además, estas leyes no contemplan otros gastos, como los funerales.

Alrededor de 30 estados y territorios del país, así como miembros demócratas del Congreso, han solicitado a la Administración Trump que autorice a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias para reembolsar los gastos funerarios de las víctimas del coronavirus. Sin embargo, Trump todavía no ha tomado una decisión al respecto. Como consecuencia, muchos familiares han tenido que iniciar campañas de 'crowdfunding' en GoFundMe con el fin de recaudar fondos que les ayuden a cubrir parte de estos elevados gastos.

ElDiario.es, en colaboración con The Guardian, ha recogido el testimonio de personas que narran la agonía que ha supuesto perder a familiares enfermos de COVID-19 porque no pudieron pasar con ellos sus últimos días para despedirse, así como de allegados que pudieron cubrir parte de los gastos sanitarios y de funerales gracias al 'crowdfunding'.

Según cuenta el medio, Arturo Acosta acudió a GoFundMe para cubrir los gastos del funeral de su madre, Aurelia Vázquez, que murió el 4 de agosto tras enfermar de coronavirus: "Pudimos cubrir los costes de 6.500 dólares (5.400 euros) porque la incineramos", explicó. Gracias a la plataforma de recaudación pudieron cubrir los gastos de la incineración. Donaciones que llegaron de familiares y amigos, así como familiares que vendieron comida para ayudar a recaudar fondos.

Otros familiares de víctimas del coronavirus han iniciado estas campañas y están a la espera de recibir las ayudas. Este es el caso de Alyssa Brow, que perdió a su abuela el pasado 14 de agosto y espera poder ayudar a su tía con los gastos del funeral. Explica que la mayoría de sus familiares se encuentran sin trabajo y que el Gobierno no ha previsto ningún tipo de ayuda para las familias que se enfrentan a gastos derivados de la muerte por COVID-19 de un ser querido.

Precios desorbitados

Desde que empezó la pandemia, Estados Unidos acumula más de 180.000 muertes por coronavirus. No obstante, la cifra real es mucho más elevada ya que solo se contabilizan las personas que han dado positivo y el acceso a las pruebas ha sido limitado. Las comunidades latinoamericana y afroamericana son las que más afectadas se han visto por la enfermedad y por sus consecuencias mortales. Y es que los precios de los funerales son desorbitados. El año pasado el coste medio ascendía a 7.640 dólares (unos 6.300 euros), y puede aumentar dependiendo del tipo de servicio y del lugar de residencia. Para muchos, es una cifra muy difícil de asumir, aun cuando las cosas transcurren con normalidad.