Desde que finalizó la desescalada, España ha notificado 950 brotes, de los cuales 650 permanecen activos. Una situación que podía ser normal, según Daniel López Acuña, exdirector de Asistencia Sanitaria en Crisis de la OMS. “La existencia de brotes es hasta cierto punto esperable en esta fase de la epidemia”, explicó durante una entrevista en la Cadena Ser. De hecho, ha señalado, esta situación no está pasando en España, sino en muchos países de Europa.

Sin embargo, avisó de que debemos llevar cuidado con los focos que se pueden descontrolar: “Lo que sí que debe preocuparnos no son los brotes aislados y pequeños que pueden ser contenibles, sino aquellos que terminan siendo brotes descontrolados y reintroducen la transmisión comunitaria”.

Una transmisión comunitaria que puede venir motivada por el incremento de casos asintomáticos, debido a que los contagiados son más jóvenes. Esta situación implica una gran “transmisión silenciosa”, según el epidemiólogo, que va a ir a peor. “Vamos a observar, seguramente, que esto se va extendiendo, a lo largo de 10 a 15 días, a edades más avanzadas y ahí vamos a tener una reintroducción de situaciones en las que las personas mayores se verán afectadas y los cuadros serán más graves”, anticipó.

Las medidas podrían endurecerse

“La gran mayoría de las comunidades tienen brotes aislados controlables, el 75% de los brotes en España son pequeños e implican a 10 personas como máximo”, destacó el experto en la entrevista. Pero reiteró que el “gran problema” llega cuando esos brotes se extienden y se alcanzan situaciones como las que viven Aragón, Cataluña, Navarra, Madrid o algunas zonas de otras comunidades autónomas.

En estas situaciones “es cuando no bastan las medidas de contención de un brote pequeño y hay que ir a medidas mucho más severas”, avisó López Acuña, quien hizo también un llamamiento para que intentemos “mantener las medidas que nos permitan mantener la seguridad sanitaria, aun si tenemos que hacer algunos sacrificios económicos, con el propósito de no tener que regresar al confinamiento pleno”.

Disparidad en las comunidades

El epidemiólogo subrayó que existe una gran disparidad en la situación de varias Comunidades Autónomas con respecto a las tendencias más fuertes de brotes donde existe transmisión comunitaria. En esta línea, expresó que, desde su punto de vista, los factores que influyen en la mayor incidencia de los brotes son “las grandes densidades de población de las grandes ciudades, el gran flujo turístico y la relajación excesiva en cuanto a la distancia física. Así como los temas del ocio nocturno y los bares, terrazas o centros donde se produce aglomeración”. Unas situaciones que hemos podido ver claramente en Barcelona y se está comenzando a observar en ciudades como Madrid o Zaragoza.

Existen otras zonas, como Sevilla o Málaga, que no tienen la misma magnitud, pero en las que también hay que estar muy pendientes de cómo evoluciona la pandemia. “De ahí la importancia de tener a punto el sistema de vigilancia epidemiológica”, sentenció.