Las vacunas contra la COVID-19 solamente deberían estar disponibles cuando las administraciones hayan podido realizar los análisis de seguridad y eficacia de aquellos prototipos que ya hayan superado la fase 3 de pruebas. Esta es la petición de 400 expertos estadounidenses en virología, epidemiología y vacunas que han escrito una carta en la que solicitan al comisario de la Administración de Medicamentos y Alimentos, Stephen Hahn, que asegure la seguridad de esos prototipos para que la población pueda estar tranquila sobre su efectividad.

“Para maximizar el uso de una vacuna de COVID-19 por parte del pueblo americano, es esencial que las comunidades científica y pública trabajen juntas con el Gobierno federal para aumentar la confianza pública en cualquier producto aprobado o autorizado. Tenemos que ser capaces de explicar al público lo que sabemos y lo que no sobre estas vacunas”, solicitan los expertos, que piden que el proceso sea igual de cuidadoso que con otros fármacos, y que se continúe con la monitorización de las vacunas para tener en cuenta posibles efectos secundarios que aparecerían solamente después de que un número importante de personas hubiera sido inmunizado. Según ellos, las vacunas deben contar con los mayores estándares de seguridad y eficacia, ya que se van a probar en adultos jóvenes y sanos.

La petición de los expertos llega después de que el Gobierno estadounidense haya iniciado la Operación Warp Speed, cuyo objetivo es tener disponibles 300 millones de dosis de una vacuna segura y efectiva contra el coronavirus para el próximo 21 de enero, es decir, un día después de la toma de posesión como presidente de los Estados Unidos del ganador de las elecciones del próximo 3 de noviembre. En este sentido, el responsable de la iniciativa, el doctor Peter G. Lurie, ha afirmado que “no hay lugar para la política en el control de la pandemia”.

1.000 millones de dólares para la vacuna de Johnson & Johnson

Asimismo, la administración Trump anunció este miércoles una inversión de 1.000 millones de dólares en el proyecto de vacuna contra la COVID-19 desarrollado por la farmacéutica Johnson & Johnson. De esta manera, el Ejecutivo de Washington ha aportado al menos 9.400 millones de dólares en proyectos de vacunas.

Si son eficaces, recibirán millones de medicamentos de cuatro farmacéuticas, Johnson & Johnson, Novavax, Pfizer/BioNTech y Sanofi/GSK. Además, han invertido en la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y por AstraZeneca, de la que han comprado 300 millones de unidades, así como la práctica totalidad de la producción mundial de remdesivir.