La investigadora del CSIC Margarita del Val, una de las voces autorizadas de la ciencia española sobre la pandemia de coronavirus, ha identificado una conducta que se está haciendo habitual en una parte de la sociedad, y que es la peor posible si se quiere evitar el contagio por coronavirus: retirarse la mascarilla para hablar con otras personas, ya que ahí se multiplica el riesgo de infección. “El problema no es el riesgo para mí mismo, sino que puedo contagiar a otra persona. Una parte de la sociedad ha perdido esta percepción”, lamentó la científica este jueves en una entrevista en la Televisión Pública de Asturias.

Del Val ha recordado que, aunque el uso de estos accesorios sanitarios no sea suficiente para acabar con la pandemia, es importante, y ha insistido en la necesidad de mantener algunas medidas de seguridad, como la distancia social, el teletrabajo o la higiene frecuente de las manos. La investigadora se ha referido también a la aplicación móvil para rastrear los contactos de una persona contagiada que ya se ha puesto en marcha como proyecto piloto en La Gomera, y ha urgido a las autoridades a desarrollarla ante su enorme potencial de control de los positivos.

La científica ha criticado también la eliminación brusca de algunas medidas de contención, y ha afirmado que son responsables de algunos brotes que han surgido en las últimas semanas. “Hemos pasado del blanco al negro total, de ser uno de los países que estaban aplicando medidas más duras a abrir el ocio nocturno cuando muchos países de nuestro entorno no lo han hecho”, ha lamentado Margarita del Val, que ha añadido que una parte de la sociedad se ha relajado desde el final del estado de alarma, y que eso aboca a los rebrotes.

“Estamos en una segunda oleada”

Respecto de la duda existente sobre si los actuales brotes activos en España constituyen o no una segunda oleada de la pandemia, Margarita del Val no tiene ninguna duda: lo es. La científica ha aclarado sin embargo que la situación no es la misma que en marzo, ya que, a pesar de que haya muchos casos, incluso más que en algunos momentos del pico de la pandemia, el virus no está en circulación libre total, gracias a las medidas de control, lo que desacelera su propagación, aunque no de manera suficiente.

Esta segunda oleada, según la investigadora, no será tan empinada, y presentará una evolución más suave, pero más larga. “Es fundamental que no se junte con la oleada del otoño, porque entonces no tendremos el aliado que es hacer todo al tiempo libre”, ha señalado. Por tanto, según Margarita del Val, es necesario regresar a la fase de control vigente entre mayo, cuando empezaron las medidas de desconfinamiento, y julio, con el final del estado de alarma, y no relajarse.

Finalmente, la investigadora se refirió a las vacunas, y aseguró que, aunque los primeros remedios que estén disponibles no sean los mejores, serán bienvenidos si ofrecen algún grado de protección. Para ella, hay que confiar en las vacunas, ya que existe una transparencia total en todas las investigaciones que se están produciendo en busca de este fármaco contra la COVID-19.