SUCESOS

Una pedida de mano en El Álamo acaba en tragedia con dos muertos y varios heridos

Las familias de los novios se enzarzaron por la música de la fiesta en una reyerta que acabó a pedradas y con varias personas atropelladas.

Tenía que ser un día festivo, pero acabó siendo una tragedia. Las familias de los novios se enzarzaron este lunes en una reyerta mortal durante una pedida de mano en la localidad madrileña de El Álamo. El evento se desarrollaba en el bar Layso, en un polígono de este pueblo de unos 9.500 habitantes cercano a la frontera con Castilla-La Mancha.

Una discusión entre individuos de ambos clanes por ver quién tocaba el teclado, que se había dispuesto en el local para amenizar con música la velada, subió de tono y acabo desmadrándose. Según relatan testigos citados por El País, lo que empezó a puñetazos siguió a pedradas y ladrillazos y desembocó en el atropello de tres hijos del patriarca de la familia de Ismael, el novio, un grupo de feriantes residente en un campamento a las afueras del pueblo.

Terminaron interviniendo la Policía y la Guardia Civil, pero lo peor estaba por llegar. La trifulca se dispersó y al rato dos primos de la novia, Soraya, cuya familia es de Vallecas, fueron atropellados mientras caminaban por el arcén de una carretera a algo más de un kilómetro del bar Layso. Ambos murieron, dejando cuatro hijos huérfanos. Les acompañaba una chica de 18 años que resultó herida de gravedad. En total, el enfrentamiento involucró a unas 100 personas y dejó dos muertes y numerosos heridos.

Un relato que no convence del todo

El caso está en manos del Grupo de Homicidios y del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, que tratan de identificar a los ocupantes del vehículo autor del atropello. Según apunta ABC, a los investigadores no les convencería del todo el relato de lo sucedido, dado que el motivo de la pelea no parece suficiente para semejantes cotas de violencia.

Por ahora los implicados no se han mostrado muy dispuestos a colaborar y se desconoce el número de detenidos. Mientras los miembros del clan del novio han abandonado el campamento escoltados por parientes llegados de otras zonas de España, la dotación policial en  El Álamo se ha reforzado con el objetivo de que no haya más venganza.