Los contagios por COVID-19 en Cataluña siguen disparados, con casi 1.000 nuevos casos en el último día. Según los datos del Departamento de Salud, se han contabilizado 944 positivos en toda la región. De estos, 698 pertenecen al área metropolitana de Barcelona, y 153 a Lleida. Pese a que los datos muestran un descenso de 282 casos respecto del día anterior, el descontrol de la situación sigue siendo total, y las medidas de restricción se extienden por cada vez más puntos de la comunidad para intentar evitar un nuevo confinamiento doméstico.

De los 698 positivos que se han registrado en el área metropolitana de Barcelona, 312 se han producido en la capital, 274 en la región metropolitana sur, en la que se encuentra L’Hospitalet, y 112 en la región metropolitana norte. El dato es sensiblemente inferior al que se produjo el día anterior, cuando se registraron 894 casos.

En cuanto a Lleida, la situación es muy parecida a la del sábado, cuando se registraron 154 positivos, de los cuales 133 en el Segrià. Asimismo, no se ha registrado ninguna muerte respecto del día anterior en toda la región, con lo cual el total de fallecimientos desde el inicio de la pandemia en Cataluña se mantiene en 12.636, mientras que la cifra de contagiados se eleva a 82.876 personas.

Nuevas restricciones en tres municipios catalanes

Asimismo, el Comité Técnico del Plan de Protección Civil de Cataluña (Procicat) ha aprobado este domingo aplicar nuevas medidas restrictivas en tres municipios donde se han disparado los contagios en los últimos días, Figueras y Vilafant, en Girona, y Sant Feliu de Llobregat, en Barcelona. Las disposiciones aprobadas son las mismas que se han aplicado en otros municipios, con la recomendación de que la gente no salga de su casa a no ser que sea imprescindible, el límite de aforos y el cierre de cines, teatros, locales de ocio nocturno y gimnasios.

Las medidas durarán 15 días, y se incluirá también la prohibición de realizar reuniones de más de diez personas. Los alcaldes de estos municipios han aplaudido la decisión del Ejecutivo catalán, que, según la regidora de Figueres, Agnès Lladó, “llega a tiempo”, cuando la ciudad registra 50 casos por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, estas autoridades han anunciado también que se negarán a que se cierre la frontera con Francia, tal y como sugirió este viernes el primer ministro galo, Jean Castex.