Coronavirus

"Estados Unidos puede frenar al coronavirus en dos o tres semanas"

El director de Salud Pública del país norteamericano, Jerome Adams, pide a la ciudadanía el uso de la mascarilla para detener la propagación y vencer al patógeno.

"Estados Unidos puede frenar al coronavirus en dos o tres semanas"
Yuri Gripas / ABACA POOL EFE

El director de Salud Pública de Estados Unidos, Jerome Adams, cree que su país puede “frenar la propagación” del coronavirus “en solo dos o tres semanas si todos ponen de su parte”. En una entrevista concedida a CBS News, el experto aludió a la utilización de la mascarilla como factor clave para detener la transmisión del virus y por tanto vencer a la COVID-19.

“Tenemos la capacidad de cambiar esto muy rápidamente si la gente hace lo correcto”, indicó Adams. Así, además de pedir que la población se tape la cara con mascarilla, también demandó a la gente el mantenimiento de una distancia de seguridad mínima de 1,8 metros. “Sabemos que es eficaz”, comentó.

Las palabras esperanzadoras del director de Salud Pública llegan en un momento crítico para Estados Unidos. El país norteamericano está batiendo sus propios récords, sumó más de 71.000 nuevos casos el pasado viernes y en total ya son más de 3,4 millones de personas las que se han contagiado y más de 137.000 han fallecido. Pese a ello, Adams aseguró que ahora mismo la situación es “muy diferente” respecto a la de febrero o marzo.

Las posibilidades de fallecer son "significativamente menores"

Según explicó, en este momento hay mucha mayor disponibilidad de equipos de protección individuales y además poseen el medicamento antiviral remdesivir, esteroides y “plasma convaleciente” como tratamientos para la enfermedad. En este sentido, se aventuró a decir que ahora si a una persona se le diagnostica COVID-19 sus posibilidades de fallecer son “significativamente menores” que hace cuatro o cinco meses.

Pide 700.000 pruebas diarias

Por último, Adams reiteró la importancia de aumentar la realización de pruebas diagnósticas, porque sólo así se responderá a una “enfermedad increíblemente contagiosa”. Así, pidió que se efectúen entre 600.000 y 700.000 test diarios, que no harían que se detuviera la propagación, pero sí que se desacelerase. En este sentido, volvió a insistir en el uso de la mascarilla y, aunque reconoció que en un primer momento desaconsejó su utilización, señaló que cambió de opinión en cuanto la ciencia recomendó que había que llevarla puesta como medida de prevención y protección.