La Campaña de la Renta 2019 terminará el próximo 30 de junio, después de tres meses abierta. Muchas personas ya han cumplido con este trámite ante Hacienda y, de hecho, el 1 de abril, día en que se abrió el plazo, se registró un 37% más de declaraciones que en el año anterior, pero aún queda un buen número de declaraciones por entregar. No presentar este documento o hacerlo fuera de plazo supone sanciones y recargos que pueden llegar en algunos casos al 150% del importe total que había que pagar. Las multas dependen de distintas variables.

Hay tres elementos fundamentales que determinan la cuantía de la sanción: el tiempo que transcurra entre la fecha límite de la presentación y el momento de hacerlo, quién tome la iniciativa a la hora de regularizar la situación, si el contribuyente o Hacienda, y si la declaración sale a devolver o a pagar. El importe máximo se pagaría en los casos en que, además del retraso, se detecten medios fraudulentos en la declaración, y ascendería a un 150% del total del importe que se debía abonar dentro del plazo.

Si la presentación de la declaración fuera de plazo se hace por iniciativa propia y sale a pagar, la multa dependerá de cuánto se haya retrasado. Si se hace hasta tres meses después de que termine la campaña, el recargo será del 5%, y si se hace entre tres y seis meses después, la cantidad ascenderá al 10%. El porcentaje sube al 15% si se tarda entre seis meses y un año, y al 20% si la demora dura un año o más, aunque la cantidad varía en función de lo rápido que se hagan los pagos.

Si Hacienda lo recuerda, se paga más

Por el contrario, si es la Agencia Tributaria la que requiere al contribuyente para que presente la declaración, los costes se disparan, y habría que pagar entre un 50 y un 150% del total del importe que había que pagar en función de la gravedad de la infracción, que aumenta si surgen otros elementos como la ocultación o el fraude. En el caso de las declaraciones que salgan a devolver, la multa podría subir mucho, porque Hacienda puede considerar que se están intentando ocultar datos con la declaración.

También se pueden poner multas si hay errores en las declaraciones y si son incompletas, inexactas o con datos falsos. La sanción en estos casos oscila entre los 50 y los 150 euros. Asimismo, si se solicita la devolución ocultando datos relevantes o a través de datos falsos, se considera una infracción grave, y la multa ascenderá a la cantidad indebidamente solicitada más una multa del 15%.

Este año, la Agencia Tributaria ha cambiado los criterios para que los contribuyentes que cobran menos de 22.000 euros al año de un solo pagador o menos de 14.000 con más de un pagador estén exentos de realizar la declaración. El resto de las personas debe realizarla dentro del plazo establecido.