La Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA), junto al Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), han publicado un protocolo de salud y seguridad en la aviación. En él, se detallan los requisitos que deberán cumplirse para poder viajar en avión próximamente.

Una de las recomendaciones pasa por mantener la distancias de seguridad, aunque no exige a las aerolíneas que dejen asientos libres para garantizar esta separación. Además, el uso de la mascarilla en el aeropuerto y en la aeronave será obligatorio para mayores de seis años. El pasajero tendrá que llevar las necesarias para todo el viaje y así poder cambiarla cada cuatro horas o antes si se humedece.

El tipo de mascarilla recomendada es la quirúrgica, puesto que tapa la boca, la nariz y la barbilla, y desaconseja las de tela o las caseras al no cumplir con este requisito. Una vez dentro del avión, el servicio a bordo se reducirá al mínimo para evitar el contacto con la tripulación. También quedarán limitadas las salidas individuales de aire acondicionado que están situadas encima de cada asiento.

Declaración de salud

Los viajeros recibirán información sobre los síntomas de la enfermedad y el riesgo existente de contagio por posibles contactos antes de firmar una declaración de salud. Esto se debe a que en caso de presentar algún indicio, estarán obligados a evitar el viaje. Esta documentación también estará presente en el aeropuerto, en la sala de embarque y en el propio avión.

Sólo accederán empleados y viajeros

En los aeropuertos, sólo estará permitido el acceso a los viajeros y empleados. Se incrementará la distancia de seguridad entre las personas y se aumentará la limpieza de las instalaciones. Para evitar contactos, se promocionarán alternativas como el check in online.

Una vez en la zona de embarque, se intentará reducir al máximo el equipaje de mano. También se procurará guardar la distancia de seguridad en todo momento, para evitar posibles aglomeraciones que puedan propagar el virus.