Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, insistió en su intervención de este martes en que la desescalada en la lucha contra el coronavirus será gradual, asimétrica y coordinada: se hará poco a poco, de forma desigual en función de los territorios y con el Ministerio de Sanidad al frente de las operaciones. No fijó el presidente una serie de plazos, ante la imposibilidad tratándose de una pandemia que, del mismo modo que se controla, puede rebrotar si la población abandona las medidas de distanciamiento social. Pero las pistas que dio permiten fijar una serie de fechas con las que anticipar un calendario. 

El lunes 4 de mayo marcaría el inicio oficial de la desescalada, aunque Sánchez ya advirtió que de facto ha empezado, que todo el territorio nacional se encuentra en la Fase 0 o de preparación. En dicha fase, ciertos locales podrán atender pedidos con cita previa (por ejemplo, la comida a domicilio). Esto sería así a nivel nacional salvo en cuatro islas: Formentera, La Gomera, El Hierro y La Graciosa; las cuatro, por su baja incidencia del virus, empezarán la Fase 1 ese mismo 4 de mayo, por lo que llevarán una semana de adelanto respecto al resto.

El lunes 11 de mayo será la fecha indicada para que, en función de los marcadores establecidos por el Gobierno (capacidad estratégicas del sistema sanitario, situación epidemiológica en la zona, implantación de medidas colectivas en espacios públicos, lugares de trabajo, etc; y datos de movilidad y socio-económicos), los territorios que sigan en Fase 0 puedan pasar a la Fase 1, siempre que superen estos marcadores.

Desde ese momento, las fechas son mucho más difusas: cada dos semanas se analizarán los marcadores en cada territorio para ver si puede o no dar el paso a la siguiente fase. La expectativa del Gobierno es de que la desescalada tenga un mínimo de seis semanas y un máximo de ocho, aunque no hay certezas. En un caso ideal, un territorio pasaría a la Fase 1 el 11 de mayo; a la Fase 2 el 25 de mayo; y a la Fase 3 el 8 de junio. Contando con que la Fase 3 también sea de dos semanas, un territorio podría alcanzar la llamada "nueva normalidad" el 22 de junio.

En el caso de las cuatro islas ya mencionadas, su proceso podría adelantarse hasta dos semanas, al llevar una fase de adelanto respecto al resto del territorio nacional. Pero como Sánchez repitió varias veces, cada territorio avanzará en función de los marcadores, por lo que no sería raro encontrarse con provincias vecinas en las cuales una se encuentre en una fase superior a la otra. Tampoco afecta especialmente, pues la movilidad entre provincias e islas está prohibida mientras dure la desescalda.