CORONAVIRUS

El distanciamiento social será largo

Expertos de Harvard señalan que las medidas pueden prolongarse  de manera intermitente hasta 2022 si no se descubre una vacuna o tratamiento.

Las medidas de distanciamiento social podrían prolongarse de forma intermitente hasta 2022, según un estudio que cinco investigadores de la Universidad de Harvard han publicado en la revista Science. Los expertos han creado un modelo para describir la evolución del COVID-19 durante los próximos cinco años y asumen que la incidencia de la enfermedad, aunque estará presente todo el año, será estacional.

La vigilancia en la transmisión del coronavirus deberá mantenerse, ya que los brotes pueden resurgir hasta 2024. Y advierten que, sin un tratamiento o vacuna, hasta 2022 habrá que combinar períodos de confinamiento y apertura y aumentar la capacidad de las UCI para reducir el estrés en los sistemas sanitarios.

"Una medida puntual de distanciamiento social probablemente será insuficiente", dijo Stephen Kissler, uno de los autores. "Sin tratamientos, serán necesarios períodos intermitentes de distanciamiento social", añade. Aunque el estudio toma como referencia la dotación de UCI en Estados Unidos, sus indagaciones son aplicables a las regiones templadas del planeta, donde habita el 60% de la población mundial.

"El estudio de Harvard es un modelo a valorar; depende no sólo de lo que haga un país, sino todos"

Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.

Respecto a la posible validez de sus indicaciones para España se pronunció Fernando Simón: "No son los únicos que plantean este escenario. Hay también otros planteamientos. Es difícil de saber porque no depende solo de lo que haga un país, sino todos los países. En un mundo globalizado hay riesgo de nuevos brotes. Son modelos que tenemos que valorar de acuerdo a las diferentes observaciones", explicó el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.

La transmisión del virus durante la pandemia y superada esta ola dependerá de la variación estacional de la transmisión, la duración e intensidad de medidas de control y el desarrollo de la inmunidad. Las medidas de distanciamiento social pueden reducir hasta en un 60% los contagios, pero pueden generar una paradoja. El éxito del distanciamiento provoca que, por la baja inmunidad, en posteriores rebrotes el pico de la epidemia alcance niveles similares. "Incrementar la capacidad de las UCI permitiría acumular inmunidad en la población más rápidamente reduciendo la duración de la pandemia y de las medidas de distanciamiento social", señala el estudio.

La inmunidad es, a la vez, una de las incógnitas y las claves. De su duración dependerá la incidencia del virus. Si no es permanente, prevén que haya oleadas; si lo fuera, el virus podría desaparecer en cinco años. Para conocer a fondo esa inmunidad son necesarios amplios estudios serológicos, como el que se hará en España a 62.000 personas. Si revelan que los casos asintomáticos también desarrollan inmunidad hará falta menos distanciamiento social.