El coronavirus está siendo el principal protagonista del año 2020. El virus, que tuvo a su paciente cero en Wuhan, se ha propagado de manera muy rápida a Europa, continente en el que España e Italia son los países más afectados. Sin embargo, Bélgica es la nación del mundo con más muertos por millón de habitantes.

El país belga cuenta con más de 36.000 casos confirmados y 5.163 fallecidos según las últimas cifras oficiales. Teniendo en cuenta que tiene algo más de 11 millones de habitantes, es el país con mayor letalidad. Está situada en el primer puesto, con 450 fallecidos por cada millones de habitantes. En las últimas horas superó a España, que cuenta con 423 muertos por cada millón de habitantes. Por detrás está Italia con 367.

Extrapolando este cálculo a la última semana, Bélgica sigue en cabeza, con 204 fallecidos. Tras ellos, está Francia, con 96, y cierra la clasificación Reino Unido, con 86. No obstante, en número total de muertes, el país flamenco está lejos de los tres países que más víctimas mortales tienen (Estados Unidos, Italia y España). Estas estadísticas vienen condicionadas, en parte, por la manera que tiene cada país de contabilizar a sus muertos y el número de los test realizados. La fórmula generalizada es contar a todos los fallecidos que dieron positivo en el test. Y no es la seguida por los belgas.

Achacan la tasa de mortalidad a la "mayor transparencia"

Uno de los principales motivos por los que Bélgica justifica sus números de muertos y su alta tasa de mortalidad por millón de habitantes es por la "mayor transparencia" que ofrece en los datos respecto al resto de países. Sophie Wilmès, primera ministra del país, dio explicaciones hace unas horas en las televisiones del país: "Escogimos la mayor transparencia en la comunicación de las muertes vinculadas al COVID-19. Pero tampoco podemos descartar que a veces las cifras sean sobrestimadas".

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Las autoridades belgas incluyen en sus fallecidos todas aquellas muertes en hospitales y en residencias de ancianos. Sin embargo, tan solo el 5% de los muertos en residencias han dado positivo en el test por coronavirus. Emmanuel André, epidemiólogo del país, así lo ha asegurado: "Es la mejor manera y la más realista de intentar dibujar la situación real de la pandemia y ayudar a la mejora de decisiones políticas".

A pesar de la prohibición de visitas a residencias de mayores, el COVID-19 está causando estragos. No obstante, son varias las fuentes que apuntan que se incluyen como muerte por coronavirus a todos los ancianos que han fallecido por enfermedades como hipertensión, diabetes, patologías cardiovasculares y enfermedades respiratorias no necesariamente ligadas al virus.

Los "casos sospechosos" y su influencia

Otro factor que ayuda a explicar el número tan alto es el tratamiento que realiza el gobierno sobre los denominados "casos sospechosos". Maggie De Block, Ministra de Salud del país, habla de esos casos que se han dado, en su mayoría, en las residencias de ancianos.

Esa forma de contar los casos y las muertes ha sido alabada por varias voces del país, argumentando que un buen sistema epidemiológico tiene en cuenta "siempre los casos confirmados y los sospechosos. Es la práctica correcta". También aseguran que todos los sistemas pueden tener picos altos y bajos, pero, afirman que para poder realizar un análisis fiable "es clave incluir los casos sospechosos, porque sino se producirá una subestimación del número total de muertos".

La Sociedad Belga de Gerontología y Geriatría hizo llegar, hace un mes, una nota a los médicos en la que se aseguraba que las personas mayores y más débiles que contrajeran el coronavirus debían morir en las residencias y no en los hospitales para no colapsarlos. Neele Van Den Noortgate, jefa del departamento de geriatría en Gante, fue en la misma línea: "Son pacientes para quienes el tratamiento puede prolongar la vida, pero que ofrecen pocas posibilidades de recuperación".

"En los hospitales no hay nada más que podamos hacer por ellos que brindar buenos cuidados paliativos. Sería inhumano transportarlos al hospital para que murieran allí", afirmó Van Den Noortgate. Esa misma estrategia fue adoptada por los Países Bajos. A pesar de ello, los dos países mostraron posturas contrapuestas en relación a la emisión de 'coronabonos' (Bélgica a favor y Países Bajos en contra).

Una estrategia no aceptada por todos

Con el criterio utilizado por Bélgica, los países más afectados durante esta crisis (Estados Unidos, España e Italia) doblarían su número de fallecidos. Si el conteo realizado fuera el más extendido por todo el mundo, los fallecidos belgas bajarían de los más de 5.000 a apenas 2.400. Marc Van Ranst, epidemiólogo de la Katholieke Universiteit Leuven, aseguró en VRT News que era "una estupidez" contabilizar a todos los fallecidos en residencias de ancianos como muertos por coronavirus.

Asociaciones de empresarios y turismo ya están pidiendo al Gobierno que modifique su conteo de fallecidos, ya que piensan que se ofrece una mala imagen del país como "destino de futuras inversiones". Bélgica prolongó el miércoles su confinamiento hasta el 3 de mayo, pero ha ido introduciendo algunas medidas como la autorización de practicar deporte al aire libre de manera individual, la visita de un familiar a las residencias de ancianos y la apertura de viveros y centros de bricolaje.