Algunos tratamientos de la osteoporosis podrían reducir la incidencia de la COVID-19
Una nueva investigación pone de manifiesto una reducción de la incidencia de la infección en tono a un 30 y un 40% entre los pacientes que toman denosumab, zoledronato, duloxetina o calcio.
La osteoporosis, que afecta a 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 5 hombres mayores de 50 años, es una enfermedad esquelética en la que se produce una disminución de la densidad de masa ósea. Por este motivo, los huesos se vuelven más porosos, aumenta el número y el tamaño de las cavidades o celdillas que existen en su interior, son más frágiles, resisten peor los golpes y se rompen con mayor facilidad. Normalmente, las fracturas suelen afectar a las muñecas, la cadera, el húmero y la columna vertebral.
Ahora, una nueva investigación a cargo de expertos del Hospital del Mar, el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), la Universitat Pompeu Fabra y el Parc Sanitari Pere Virgili concluye que alguno de los principales tratamientos contra la enfermedad, como el denosumab, el zoledronato y el calcio, podrían tener un efecto protector contra la COVID-19 en los pacientes que los toman.
Los resultados del trabajo, primero en el mundo de sus características, han sido publicados en la revista Aging, y muestran una reducción de la incidencia de la infección de entre un 30 y un 40% tras analizar los datos de más de 2.000 pacientes con osteoporosis, artrosis y fibromialgia en seguimiento en el Hospital del Mar y en el área de influencia asistencial del Parc de Salut Mar.
“Hay indicios que permiten hacer la hipótesis que determinados medicamentos para tratar algunas enfermedades reumatológicas podrían interferir en positivo en la historia natural de la COVID-19, ya sea disminuyendo la incidencia como disminuyendo la evolución hacia casos más graves", explica el Dr. Jordi Monfort, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital del Mar y coordinador del Grupo de investigación celular en inflamación y cartílago del Hospital del Mar-IMIM.
"Estos fármacos antiosteoporóticos son seguros y se tienen que seguir dando a los pacientes que los están tomando. Los prometedores resultados obtenidos con la duloxetina, un antidepresivo, son relevantes mientras, a la vez, realizamos más estudios para comprobar sus posibles efectos beneficiosos sobre la COVID-19", añade el Dr. Rafael Maldonado, autor de referencia del estudio y coordinador del Grupo de Investigación del Laboratorio de Neurofarmacología de la UPF.
En el mismo sentido, la Dra. Alba Gurt, médica del CAP Vila Olímpica del Parc Sanitari Pere Virgili y coautora del trabajo, recuerda que "los datos del estudio nos indican que los tratamientos antiosteoporóticos y la duloxetina que toman nuestros pacientes de primaria son seguros ante la infección por la COVID-19 e, incluso, podrían disminuir la incidencia de ésta. A pesar de ello, hace falta verificarlo en estudios con un número de pacientes superior".
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