Deporte y Vida

PSICOLOGÍA

Leo Messi: “Sé que necesito ir al psicólogo”

El jugador del Barcelona se sincera en el programa de Jordi Évole, y cuenta cómo sabe que debe pedir ayuda pero no lo hace, pese a que incluso su mujer se lo recomiende.

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No es fácil pedir ayuda. Es, de hecho, una de las situaciones más difíciles. Para muchas personas es un doble problema, reconocer una debilidad, y reconocer que no se sabe cómo actuar. En cambio, para otras, pedir ayuda es sinónimo de valentía, de fuerza, de querer superarse, mejorar, aprender. Y, sobre todo, querer cambiar para estar mejor.

Es doblemente llamativa la afirmación que hizo Leo Messi anoche en el programa de entrevistas de Jordi Évole, donde pese a reconocer que sabe que necesita ayuda, no la pide. ¿O tal vez lo esté haciendo ahora?

"Tendría que haber ido al psicólogo pero no fui nunca. No sé por qué Me cuesta dar el paso incluso sabiendo que lo necesito. Me dijo Antonella que diera el paso, me insistió para que vaya. Me guardo todo y no lo comparto, y nunca di el paso. Yo sé que lo necesito por mi día a día, me haría bien, pero no lo hago", fueron sus declaraciones respecto a un tema que nunca había contado, y es cómo se siente. 

Leo Messi "se abre"

"El Barcelona es mi vida, llegué con 13 años. Aprendí todo acá, crecí, el club me formó como persona, mis hijos nacieron aquí también... Lo que me sale, me sale, no soy de hacer postureo", confesó Leo Messi.

"Hoy por hoy estoy bien. De antes del verano, lo que pasó en verano con el burofax, después lo arrastré un poco, pero ahora me encuentro bien, y con ganas de pelear por lo que tenemos por delante, ilusionado. El Club está en un momento complicado y se hace difícil todo lo que rodea al Barcelona. Es un momento complicado, el Club está realmente mal".

Respecto a la atención permanente que recibe, "no me manejo por postureos, hago lo que me sale del corazón. No puedo pensar en qué opina cada uno porque si no me vuelvo loco. Todo el mundo opina, todo el mundo habla. Se puede decir cualquier mentira y no pasa nada", aclara.

"No he llorado por tema deportivos pero sufrí muchísimo, por otros temas sí he llorado, pero prefiero no entrar en detalles". 

"A los 13 años cambió mi vida. Mi madre se volvió, mi hermano también, me quedé con mi padre. Tenía clarísimo que quería quedarme, pese a que al principio sufrí muchísimo. El primer año fue duro porque apenas jugué. Esa experiencia me ayudó a crecer y a formarme como persona. Si era tímido, me hice más, me hice como un caparazón", confiesa. 

"A veces me gustaría ser anónimo, me gustaría ir al supermercado, sin tener 300 ojos mirándome. Sobre todo cuando estoy con mis hijos sí me gustaría pasar desapercibido".

Respecto a la ansiedad, "no juego para ser el mejor del mundo, juego para ganar, para dar el máximo a mi equipo, no para lucirme".

Lo que dicen los psicólogos

Hablamos con un experto, el psicólogo Richard Martínez. “Cualquier persona mundialmente conocida, y en este caso Messi en el deporte, es normal que sientan presión por todas partes. Tienen las mismas emociones, los mismos sentimientos, pero no viven una realidad como los demás. Siempre están al borde de la superación, en ese umbral de exigencia máxima. Y cualquier fallo es no una crítica, sino miles o millones de críticas desde el público, los aficionados, de otros deportistas, de los premios…", nos cuenta a Deporte y Vida.

"Estos deportistas viajan constantemente, les es impuesta una familia, un idioma, otra cultura. La relación más familiar, de recogimiento, no la tienen como los demás, sus trabajos son diferentes, de involucrarse al mil por cien. Constantemente sus vidas están en hoteles, junto con otros compañeros.

La importancia de la familia

Mucho se ha hablado de la importancia de la familia para Messi, de su integración en la ciudad, en las costumbres o cultura de Barcelona, de cómo se relaciona. "La vida familiar es muy corta, muy intensa, no ven a sus hijos, no están en la educación, y Messi y otros deportistas similares, empezaron realmente jóvenes, son deportistas de élite que no tienen privacidad".

"La vida familiar es muy muy importante. Íntima. Es más auténtica con su pareja, sus hijos, sus padres. Muchos estuvieron como Rudy Fernández, como Pau Gasol, lejos de sus padres desde edades muy tempranas. El afecto no es el mismo de un tutor que de tus padres. El equipo no da abrazos, caricias, no entienden la angustia o los miedos".

"La conciliación familiar es realmente difícil, incluso para las grandes atletas femeninas es todo diferente. Raúl puede tener todos los hijos que quiera, una mujer deportista no".

"Y almacenan mucho dinero, que pueden saber gestionar, delegar, o no. Y hundirse".

"Puede haber una depresión también por lo que se llama despersonalización, tienen que adaptarse a la cultura del club, en este caso al Barça, y en otro momento con la selección argentina. La afición, la presión es inmensa. Grandes deportistas tuvieron su ocaso, Maradona, Quini, Nadal abandonó la competición cuando sus padres se separaban... No es fácil gestionar tantas emociones".

Y la psicología no les da tiempo, por el ritmo de vida, para tener una introspección para ellos mismos. Y es muy necesario", explica.

Trabajar la superación

"Los deportistas siempre tienen que trabajar la superación, es así como viven, no pueden permitirse caer, ni cambios, y un fracaso lo llevan a un estado totalmente diferente, no se lo pueden permitir. Es una visión casi exclusiva del deporte la que tienen, y cuando salen de ese mundo salen mal, al ser un producto de un club, se termina, y se acabó. Tienen que invertir en un futuro, porque el producto caduca también. Vivir y jugar en Asia, en América, o empresas que hayan creado mientras trabajaban. Es una especie de pérdida ese cambio. Acabas, acaba tu producto. Yo sabía jugar, ahora no sé qué puedo hacer”.

Por qué un nutricionista sí, pero un psicólogo es llamativo

Para el psicólogo Andrés Montero Rama, de Norte Psicólogos, “me sorprende que en un mundo tan profesionalizado con los mejores fisios, médicos, nutricionistas, publicistas… al final algo tan importante como el bienestar psicológico, todavía lo del psicólogo se vea como algo no habitual o normal, como los otros profesionales”, nos cuenta a Deporte y Vida.

“Podemos aventurar muchas razones desde fuera para no ir al psicólogo, sigue siendo algo sorprendente que estando tan en el foco, con tantas exigencias de su club, su país, todo lo que mueve… la ansiedad, la toma de decisiones, el tema de los vómitos… al final todo tiende a salir, es mucha presión", añade.

"La presión y el estrés, a lo largo de tantos años, seguramente haya pasado por periodos similares. Por tanto, al igual que el fisioterapeuta, o el nutricionista va a trabajar para el jugador, el psicólogo debería formar parte de su rutina para completar su bienestar psicológico", finaliza.

Deportistas que han ido al psicólogo

Marc Gasol hizo pública su frustración, y la inteligencia emocional le ayudó.

Edurne Pasabán confesó la grave depresión que sufrió estando en activo y tras dejar la montaña.

El delantero del Celta Emre Mor utilizó el poder de la mente para cambiar.

Pau Gasol suele compartir en su espacio en LinkedIn muchísimos consejos sobre mentalidad, psicología, valores, acción social, y cómo conseguir que los jóvenes mejoren cada día.

Son muchos jugadores de élite además los que quieren que la salud mental esté en el centro de la vida deportiva, como Liz Cambage, Kevin Love, John Lucas, quien confesó cómo el 40% de los jugadores de la NBA tiene problemas mentales y sólo el 5% pide ayuda.

LeBron James reconoce que la parte mental de su entrenamiento es clave en su éxito.