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CORONAVIRUS

Coronavirus: la enfermedad también afecta al corazón y al cerebro

La enfermedad COVID-19, que causa el patógeno, es conocida por sus efectos en el sistema respiratorio, pero no solo ataca a esa parte del organismo.

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Coronavirus Malasia 2020
LIM HUEY TENG REUTERS

El coronavirus y la enfermedad que genera, la COVID-19, son conocidos principalmente por sus efectos en el sistema respiratorio. Pero no es la única parte de nuestro organismo que se ve atacada cuando contraemos el patógeno. Algunas investigaciones han descubierto que también tiene implicaciones en corazón o cerebro, por ejemplo. 

Un estudio publicado en medRxiv, una web de divulgación de estudios médicos, afirma que al menos el 36% de las personas afectadas desarrolla complicaciones secundarios en el sistema neurológico, por lo que el virus también tendría capacidades neurotrópicas. Otro trabajo, este divulgado por la revista Science, cita a Harlan Krumholz, cardiólogo de la Universidad de Yale y el hospital Yale-New Haven, diciendo que "la enfermedad puede atacar casi cualquier parte del cuerpo con consecuencias devastadoras". 

Esto se debe a que tanto el cerebro (concretamente el Sistema Nervioso Central) y los pulmones como el corazón, los riñones, los testículos o el intestino albergan unos receptores llamados ACE2. Estos son claves en el proceso de infección, dado que el virus se acopla a ellos a través de una proteína de su cubierta para infectar las células sanas. De hecho, se han encontrado unidades de coronavirus en muestras de líquido cefalorraquídeo y los cuadros clínicos de algunos pacientes graves mostraban afecciones cerebrales como un aumento del dímero D, que puede entorpecer la coagulación, cefalea o deterioro del nivel de conciencia.

"La forma en la que ataca al corazón es un misterio"

También podría llegar a causar edema cerebral y matar a un individuo antes de que se produzca la homeostasis corporal, un fallo en múltiples órganos que resulta fatal para los infectados. Entre los órganos que dejarían de realizar su función correctamente en esa homeostasis estaría el corazón. "La forma en que el virus ataca el corazón y los vasos sanguíneos es un misterio, pero docenas de trabajos ya atestiguan que dicho daño es común", dice al respecto el citado estudio publicado en Science. Lo que sí se sabe es que hay pacientes que han ingresado con síntomas de un ataque al corazón y lo que tenían en realidad era COVID-19, que entre otras cosas puede provocar una constricción de los vasos sanguíneos. 

La presencia del patógeno en el Sistema Nervioso Central, a donde llegaría a través de la nariz, explicaría la pérdida de olfato (hiposmia o anosmia), que se encuentra entre los síntomas mostrados por personas contagiadas en la fase más temprana de la enfermedad.