Existen muchas formas de limpiar y desinfectar la casa para prevenir de posibles contagios a causa del coronavirus. Una de las más habituales es hacerlo con lejía, pero para que esta higienización del hogar sea efectiva, ésta debe mezclarse con agua fría. La principal razón es que si se hace con agua caliente, la lejía se evapora y no se puede garantizar su concentración.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) proporciona una serie de recomendaciones adicionales si utilizamos la lejía: eliminar la suciedad previa con agua y jabón, respetar la dosis recomendada, diluirla en agua, prestar atención extremar las medidas de precaución debido a las posibles salpicaduras en la cara, ojos y ropa y ventilar bien tras su uso.

La Comunidad de Madrid también ofrece en su web que para que la lejía sea eficaz, hay que limpiar previamente las superficies con bayetas húmedas, y después, limpiarlas de nuevo con otra bayeta humedecida en una disolucion de lejía al 1:50. Para conseguir esta mezcla, habría que actuar de la siguiente forma:

1. Coger 20 ml de lejía.
2. Echarlo dentro de una botella de 1 litro.
3. Rellenar la botella con agua del grifo hasta completar.
4. Cerrar y darle la vuelta varias veces para mezclar.

Medidas si hay alguien contagiado

Si en casa hay una persona enferma por el coronavirus, es mejor desinfectar con una proporción de lejía mayor, de 1:10, equivalente a una solución de 0,5% de lejía. Con esta relación, el detergente sería más eficaz y seguro a la hora de higienizar los lugares en los que hubiera estado la persona contagiada.