Schachmann reina contra el reloj
El alemán es el primer líder tras ganar una crono de 16,5 km en Vitoria, como hizo en 2019 en Zumarraga. Almeida, el mejor entre los favoritos. Mas se queda sin opciones.
Schachmann repitió corona en un escenario que le es familiar. En 2019 se impuso en el banderazo de salida de la Itzulia, con la contrarreloj de Zumarraga que le vistió de amarillo en el día uno, y seis años más tarde lo ha logrado en Vitoria. Por entonces se llevó tres etapas y vistió de oro durante cuatro jornadas, pero no pudo calarse la txapela al final, acabó en la cabeza de Ion Izagirre. Ahora, con un mayor conocimiento de las carreteras y la ronda vascas, quiere sacarse esa espina. Ha vuelto al Quick-Step que dice que es como su casa y se siente pletórico. Ha pulverizado las previsiones. 53,1 kilómetros por hora, el récord en las 64 ediciones disputadas, por encima del 51,8 de Roglic en los 19,4 km de Lodosa en 2018. Es más prologuista que contrarrelojista, pero esta vez asumió las dos facetas con enorme clase. La presente entrega promete pelea y la tuvo de saque, con los tres primeros apretados en un segundo. Almeida, que fue el mejor dentro de los grandes favoritos, es uno de ellos, con un retraso de 54 centésimas, un pestañeo. Sufrió una caída en el reconocimiento del circuito, pero no le mermó en su mentalidad. Fue de menos a más sin ahorrar energía. Lipowitz, representante de un BORA que aspira a gobernar con mano de hierro la vuelta vasca, completó el podio a 76 centésimas, un poco más de un segundo. Alemania manda. En estos aperitivos, cada cual busca su sitio y prácticamente no descuelgan a nadie. Bueno, alguno sí. Enric Mas, que entró a 1:10 se ha quedado casi sin opciones a las primeras de cambio. Tampoco le ha ido muy bien a Ion Izagirre (Cofidis), 26º a 41″. Hubo momentos de tensión que se quedaron en anécdota, como el retraso de Fischer-Black para la puesta en escena, llegó justo con el descuento de segundos: tres, dos uno...
El ciclismo tiene los estadios más hermosos del planeta: Tourmalet, Lagos de Covadonda, el Mortirolo... Postales gratuitas para disfrutar. Pero se ha abierto últimamente a paisajes diferentes al asfalto, los adoquines o el sterrato, esos caminos de tierra que levantan tanto polvo como épica. Desde el Bernabéu o San Mamés, hasta una batea o el Coliseo de Roma han aportado su marco majestuoso como estampa en etapas de alguna de las grandes rondas. La Itzulia se ha sumado a la moda con el inicio de la presente edición en el corazón de una cancha de baloncesto, del esplendoroso Buesa Arena, en donde a diario se celebran las canastas del Baskonia, y un final en el exterior de ese recinto. Desde ahí han arrancado los ciclistas en una etapa inaugural de esta edición carente de grandes estrellas, pero que promete emociones fuertes. No hay llegadas en alto, es una edición menos dura que otras veces, pero los organizadores han diseñado un recorrido que puede deparar días entretenidos, una Itzulia con jornadas rebuscadas y el día de Arrate que acaba en Eibar.
La carrera volvió a descorcharse con una crono como el año pasado, en este caso en Irún. Esta primera entrega, una pelea contra las manecillas del reloj de 16,5 kilómetros, abarcaba tramos que muchos ciclistas vascos emplean para entrenar, como relleno, con un inicio explosivo y tras una rotonda y cruce, picaba hacia arriba. El recorrido era casi llano, aunque el libro de ruta contemplaba una subida de tercera categoría, el Alto de Arzubiaga (km. 4,3), que era apenas una cuesta de apenas un kilómetro al 2,8 por ciento de desnivel y con una rampa al cuatro por ciento. No convenía atascarse de saque. A partir del quinto kilómetro parecía que se podían proteger mejor del viento, pero éste creció en intensidad conforme pasaban los minutos y se voló en el segundo tramo. Esa última parte tras Arkaute es muy rápida. Con desarrollos descomunales de 62 dientes de plato único, calcetines altos y cascos que parecen lámparas, los favoritos para el triunfo final del sábado, se dejaron ver lo justo, exceptuando Almeida.
Schachmann peleó contra el tiempo de forma primorosa. Salió a las 14:41 y tras parar el tiempo en 18:37, esperó pacientemente durante tres horas hasta que cruzó la meta el último participante, McNulty, uno de los grandes favoritos, para levantar los brazos definitivamente. El corredor berlinés tenía estudiada la posible climatología y eligió madrugar: se benefició de cómo cambió el viento que pegaba en la llanura alavesa, que tampoco era mucho, para superar a los grandes favoritos. McNulty se dejó 34 segundos en meta para terminar vigesimocuarto. Vlasov fue quinto, a 10 segundos del ganador. Éste abrazó en el podio a modo de trofeos las camisetas de Alavés y Baskonia, dos equipos de élite, que se codean entre los grandes. Como él. Habrá que ver si se emplea con otra táctica diferente a 2019 el ganador de dos París-Niza y una etapa en el Giro, un ciclista que ha conseguido una victoria tras dos años en blanco. La de hoy ha sido la decimoquinta para él como profesional. Landa no está en la ronda por su tierra, pero salió a la palestra en la jornada inaugural. “Hablo mucho con él, porque es un buen amigo además de compañero de equipo, pero a pesar de ser el corredor de la tierra, no me ha dado ningún consejo sobre la crono”, lanzó dicharachero el germano. En cuanto a los españoles, el mejor fue Castrillo (Movistar), decimocuarto, a 22 segundos.
La jornada empezó con un baile de corredores en la primera posición hasta que llegó Hayter y colocó el mejor tiempo en 18:42. Minutos después saldría el gran rodador Campenaerts marcando los mejores registros intermedios, pero no consiguió superar al ciclista británico. Pasaron otros como Healy que se quedaron a 12 segundos. Su compañero de equipo Schachmann elevó la temperatura definitivamente. Fueron desfilando competidores por meta, pero sin acercarse a ese tiempo estratosférico. Su compañero de equipo Van Wilder se instalaba tercero en la clasificación provisional haciendo que los tres primeros puestos fueran del equipo Soudal Quick-Step. Finalmente, sólo Almeida y Lipowitz estuvieron a su altura.
La Itzulia tiene perfiles que le convierten en una carrera muy compensada. Mañana discurrirá por Navarra, Pamplona-Lodosa, de 199,8 kilómetros, un día que será más complejo si es que aparece algo de viento. Todo apunta a un esprint con Ewan (Ineos) como nombre principal a tener en cuenta y el local Aberasturi entre los candidatos a dar la sorpresa. Y después aparecerá montaña de la buena, el típico ADN de la Vuelta al País Pasco.
Clasificación 1ª etapa
1. Schachmann (Soudal Quick-Step) 18:37
2. Joao Almeida (UAE Team Emirates-XRG) m.t.
3. Florian Lipowitz (Red Bull-BORA-Hansgrohe) a 1 segundo
4. Ethan Hayter (Soudal Quick-Step) a 6
5. Aleksandr Vlasov (Red Bull-BORA-Hansgrohe) a 10
15. Isaac Del Toro (UAE Team Emirates-XRG) a 23
16. Daniel Martínez (Red Bull-BORA-Hansgrohe) a 23
19. Pello Bilbao (Bahrain Victorious) a 27
20. Marc Soler (UAE Team Emirates-XRG) a 28
26. Ion Izagirre (Cofidis) a 41
Schachmann: “No esperaba ganar frente a los especialistas de la crono”
Schachmann no esperaba estrenar el maillot amarillo frente a especialistas de la crono, pero al final pudo celebrar un triunfo tras casi dos años de sequía. “No lo esperaba, sabia que podía hacerlo bien y estaba mentalizado para ganar, pero frente a especialistas de la crono era difícil. Hacía dos años que no ganaba, estoy muy feliz de sentir de nuevo esa sensación. He vuelto a mi mejor nivel, pasé malos momentos, ahora en el País Vasco, donde gané tres etapas en 2019, es un triunfo especial”, dijo el ciclista germano.
El corredor de Berlín (31 años) es ambicioso: “Tendremos más oportunidades durante la semana, y si llego con piernas a la última etapa veremos a qué puedo aspirar”. Reconoció que la idea de salir de los primeros obedeció al estudio “que hacen todos los equipos” de la incidencia que puede tener el viento. “Todos estudian el viento, y empezar pronto fue una pequeña ventaja. Salí de los primeros a propósito. No recibí ningún consejo al respecto de Landa, a pesar de que él es de aquí”, concluyó.
Almeida, contento con el segundo puesto
Almeida se mostró “contento” con su actuación, pero lamentó haber perdido el primer puesto en beneficio de Schachmann por menos de un segundo. “Estoy muy feliz, lo hice realmente bien, lo di todo y fue una pena quedarme tan cerca del primer lugar. Vamos a ver si puedo mantenerme al menos en el segundo lugar hasta el final”, señaló el portugués. Fue de menos a más, sin ahorrar energías, más perjudicado por el viento que el vencedor de la crono. ”Fui un poco más rápido al principio, eso era lo que quería porque el recorrido era bastante corto y ahí si guardas fuerzas luego no recuperar ese tiempo. Creo que lo hice bien y estoy contento con las sensaciones”, dijo.
Sufrió una caída en el reconocimiento del circuito y aseguró que el accidente no influyó en su rendimiento posterior. “No influyó para nada, afortunadamente no sufrí daños importantes y me sentí bien. Creo que va a ser una semana difícil y espero que las cosas vayan bien”, señaló el corredor de Caldas da Rainha. Respecto al recorrido de la Itzulia, plagado de puertos cortos pero explosivos, Almeida comentó que prefiere otro tipo de subidas. “Prefiero las subidas más largas. Aquí los puertos son cortos y empinado, pero eso es igual para todos”, concluyó.
Pello Bilbao: “No sé si tengo una Itzulia en las piernas”
El vizcaíno Pello Bilbao, decimonoveno clasificado en la contrarreloj, argumentó en la meta de Vitoria que “el primer paso ha sido bueno” para su objetivo de alcanzar una plaza en el podio. Cedió 27 segundos respecto al portugués Almeida (UAE), uno de los grandes favoritos, y dio por bueno haber salvado el día más complicado para sus características de escalador en esta Itzulia.
“No sé si tengo en las piernas una Itzulia, eso son palabras mayores, pero puedo estar en el podio, ya que el recorrido me acompaña y el primer paso ha sido bueno. He salvado el día más complicado para mi e incluso respecto a escaladores como yo he podido distanciarlos un poquito. Ya sabíamos que los del UAE nos iban a meter una buena diferencia, pero queda toda la Itzulia”, señaló en meta el vizcaíno.
Pello Bilbao (Gernika, 35 años) aseguró que se encuentra “en un momento inmejorable y con confianza y ganas de tener buenos resultados”. Se mostró orgulloso de la quinta etapa de la Itzulia diseñada por él mismo y espera estar en ese momento luchando por la general. “Es un lujo haber podido diseñar la etapa de Gernika. Quizás no tengo la ocasión de ganar, pero sí espero estar en la lucha por la general y disputarla. Me hace mucha ilusión que una etapa de la Itzulia termine en Gernika”, señaló.
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