Van der Poel se corona por tercer año en París-Roubaix tras una caída de Pogacar
El holandés se hace con su tercera Roubaix consecutiva, igualando el récord de Moser y Lapize, por delante de un Pogacar que se cae cuando rodaba con él.


París-Roubaix es, por antonomasia, una carrera de supervivencia. Durante horas debes superar un sinfín de obstáculos, trampas y demostrar una tenacidad inquebrantable para luchar contra los elementos que muy pocos son capaces de conseguir. En ese escenario no hay nadie como Mathieu van der Poel. Todo se encaminaba al enésimo duelo entre el holandés y su actual rival en los Monumentos, un Tadej Pogacar que se estrenó en el Infierno del Norte de forma encomiable, pero el desenlace se resolvió de forma abrupta. Un bajón de pulsaciones inesperado en el momento de mayor éxtasis…
Cuando ambos habían destrozado al resto de favoritos, mostrando la aplastante superioridad que les caracteriza, Pogacar sufrió una caída a la salida de un tramo de pavés por trazar la curva algo pasado que finiquitó la batalla antes de tiempo. Van der Poel, por delante, sobrevivió a todo. Y a todos. Ni un bidón que un impresentable aficionado le arrojó a la cara ni un pinchazo pudieron evitar que se coronase en el velódromo de Roubaix por tercer año consecutivo (iguala el récord de Moser y Lapize). Pogacar llegó a más de 1 minuto, con sabor agridulce pese a verse perfectamente capaz de ganar esta carrera en el futuro y de convertirse en el noveno corredor en la historia del ciclismo en subir al podio en los cinco Monumentos. Mads Pedersen cerró el cajón tras batir a Wout van Aert en el esprint.
🏆🏆🏆 HAT TRICK, HATS OFF @mathieuvdpoel!
— Paris-Roubaix (@parisroubaix) April 13, 2025
🏆🏆🏆 Le triplé pour @mathieuvdpoel, chapeau !#ParisRoubaix pic.twitter.com/3IX9ii1V9G
Cómo rezaba aquel icónico anuncio publicitario, el algodón no engaña. Algunos tramos de pavés, cubiertos de charcos y barro por las lluvias caídas durante la víspera de la carrera, tampoco. Horas antes de afrontar ese problema, ocho corredores establecieron la fuga bien temprano bajo el cielo gris que se cernía sobre ellos: Heiduk, Hoelgaard, Rutsch, Walker, De Buyst, Townsend, Stickman y, en representación española, Oier Lazkano. El corredor del Red Bull Bora, que había firmado un inicio de temporada sumamente discreto y con malas sensaciones, decidía anticiparse a los gallos en una maniobra que le trajo buenos frutos en el pasado, cuando fue 2° en A Través de Flandes 2023 tras meterse en fuga y ser atrapado por los favoritos. La apuesta quedaba hecha.
Aunque quedaba por delante todo un Infierno de 160 km, la renta de casi 3 minutos de los escapados a la llegada del pavés era cuanto menos jugosa. Para entonces, la tensión ya había crecido lo suficiente como para ver abandonos (Manlio Moro y Albert Torres) y caídas de nombres de referencia, como Mohoric y un Van Aert que regresó a tiempo al pelotón con la ayuda de varios compañeros. Después, el primer tramo de adoquines reflejó dos realidades radicalmente opuestas. Pogacar rodaba con facilidad en las primeras posiciones, con Van der Poel atentísimo a su rueda, mientras que Van Aert se veía momentáneamente cortado por mala ubicación. Pero todavía le fue a Ganna, que por culpa de un pinchazo perdió 1 minuto con el grupo de los gallos y tuvo un gasto extra de energía.
💥 CAÍDA DE TADEJ POGACAR
— Teledeporte (@teledeporte) April 13, 2025
El esloveno se va al suelo al pasarse en una curva en un tramo de pavé y Van der Poel se va en solitario hacia su tercera #ParisRoubaix seguida.
➡️ https://t.co/VlYuicyAxg pic.twitter.com/8u0x4LNZ4K
Mientras Van Aert sufría, con una evidente falta de confianza por culpa del susto que tuvo en el reconocimiento del recorrido que casi le costó una caída, el Lidl-Trek marcaba la pauta, como el equipo con más representación en el grupo principal. Los tambores de guerra empezaron a resonar con fuerza en la aproximación al Bosque de Arenberg, primer sector de 5 estrellas. Ganna, después de muchos minutos de persecución, enlazó para descolgarse a la mínima. Pogacar lo tenía clarísimo: en los primeros metros de Arenberg aceleró, con Pedersen siendo su sombra, con la intención de hacer la primera selección de la carrera. A la salida del tramo, ya con Lazkano atrapado como último superviviente de la fuga, tanto Pogacar como Van der Poel dieron continuidad a ese altísimo ritmo. El parte de guerra que se cobró Arenberg fue tremendo: Van Aert, Küng, Tarling…
Entre los galácticos, Pogacar, Van der Poel, Pedersen y Philipsen, solo consiguió colarse un sorprendente Bissegger. A más de 80 km de meta, la victoria ya era cosa de ellos cinco. Pocos minutos después, Pogacar se empeñó en aumentar todavía más sus posibilidades. Ni siquiera esperó a Mons en Pévèle, donde firmó el récord del tramo hace días en uno de sus reconocimientos, sino que pasó a la acción en Tilloy à Sars-et-Rosières (4*), donde la mala suerte se cebó con Pedersen: pinchazo y adiós a sus opciones. Pogi soltó a todos, pero cuando Van der Poel vio que no podía esperar más a Philipsen, él mismo respondió para atrapar al esloveno. El holandés, consciente de que su compañero no estaba lejos, no quiso colaborar en los relevos en un principio, lo que propició que Philipsen llegase a su estela. Pogacar, el queso del sándwich entre los hombres del Alpecin…
Una falsa sensación de calma se instauró en cabeza de carrera. El tiempo se detuvo, dentro de lo que supone rodar a un promedio de 48 km/h… Se intuía que en Mons en Pévèle pasarían cosas. Y así fue. Van der Poel atacó como respuesta a una aceleración previa de Pogacar, pero el esloveno contragolpeó con dureza, tanta, que Philipsen sacó bandera blanca. Una vez más, Pogacar y Van der Poel se quedaban solos, inmersos en un nuevo duelo que se presumía antológico. Pero el hype, tan pronto como se disparó, cayó en picado. Pogacar arriesgó en Pont-Thibault à Ennevelin, pero a la salida del tramo se fue largo en la curva y se cayó en el césped. Tardó en reanudar la marcha por una salida de cadena y vio cómo se alejaban sus ilusiones de ganar como debutante a medida que Van der Poel abría brecha.
La batalla, aunque fuese desde la distancia, fue tremenda, con ambos titanes rodando a un ritmo sumamente similar. Los 20 segundos que mantuvo Van der Poel durante unos minutos fueron oro, y el holandés no estaba dispuesto a ceder, ni siquiera cuando un indeseable espectador le lanzó un bidón a la cara en uno de los sectores de pavés, ni siquiera cuando sufrió un pinchazo… Inquebrantable. Para rematar, Pogacar volvió a detenerse con 20 km por delante para efectuar un cambio de bicicleta, y ahí terminó el pulso. Tres dedos al cielo de Roubaix, celebración con su pareja y máximo respeto mostrado hacia Pogacar, con quien se fundió en un deportivo abrazo al término de la carrera. Van der Poel sabe lo que le espera en el Infierno del Norte a partir de ahora: más raciones de Tadej Pogacar.
Resultados de París-Roubaix 2025
- 1º Mathieu van der Poel (Alpecin) - 5h 31:27
- 2º Tadej Pogacar (UAE) - a 1:18
- 3º Mads Pedersen (Lidl-Trek) - 2:11
- 4º Wout van Aert (Visma) - m.t.
- 5º Florian Vermeesch (UAE) - m.t.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
Rellene su nombre y apellidos para comentar
Tu opinión se publicará con nombres y apellidos