Bernal se mueve, Andersen gana
El danés sorprendió a un pelotón desorganizado por las dos cotas finales, en las que se dejó ver el vigente ganador del Tour, con ganas de revancha.
Soren Kragh Andersen, un todoterreno de 26 años, sorprendió al pelotón en las calles de Lyon y se coronó victorioso en la 14ª etapa del Tour de Francia, tras un ataque a tres kilómetros que desmanteló a los velocistas supervivientes. Andersen logró así el segundo triunfo para el equipo Sunweb, tras el conquistado dos días antes por el suizo Marc Hirschi en Sarran. El danés se estrena como vencedor en una gran ronda, aunque ya tenía victorias en carreras de prestigio como la París-Tours 2018, o etapas en la Vuelta a Suiza y la París-Niza. Detrás, a 15 segundos, el esloveno Luka Mezgec encabezó un pelotón desorganizado por las dos tachuelas que se concentraban en los últimos diez kilómetros y por el zarandeo que volvió a pegarle el Bora a los equipos de los velocistas durante todo el trayecto.
Efectivamente, el Bora volvió a torturar a Sam Bennett, que sufre en cada cuesta, por pequeña que sea. Ya le apretaron en los primeros lances en el Château d’Aulteribe, de cuarta categoría, con la mirilla puesta en el esprint intermedio de Courpiére, sólo seis kilómetros después. Peter Sagan cruzó tercero, sólo por detrás de los dos fugados Stephan Kung y Edward Theuns, y el maillot verde pasó tres puestos por detrás. Primer duelo ganado a los puntos. La siguiente subida, el Col du Beal, un segunda bastante más selectivo, siguió la misma tónica. El Bora apretó el ritmo para martirizar a Bennett, que sufrió rodeado de sus compañeros. El pulso continuó después en el llano. Bora contra Deceuninck. Sagan contra Bennett. Hasta que el equipo belga se rindió. Segundo duelo ganado. Esta vez por KO.
La criba del Bora no sólo había anulado a Bennett, también a otros velocistas puros como Caleb Ewan y Cees Bol. Si nadie lo impedía en las dos últimas cotas de cuarta, la volata estaba reservada a otro perfil de hombre rápido, al que representan Van Aert, Mezgec, Trentin y el propio Sagan. Pero sí hubo alguien que lo impidió. Las dos subidas, ya por las calles de Lyon, plagadas de público a pesar del anuncio de puerta cerrada, depararon un gran espectáculo. Primero, Benoot. Después, Kämna, empujado por el trabajo del Bora y por su derrota del día anterior. El alemán fue neutralizado por De Gendt y Alaphalippe, que espolearon a los gallos. Egan Bernal se subió a la ola y allá tuvo que responder Roglic, en primera persona. También se vio al hiperactivo Hirschi. Una vez frenado el ímpetu de los capitanes, en ese pequeño parón que siempre se produce tras la batalla, arrancó Kragh Andersen. Quedaban tres kilómetros. Y les robó la cartera a todos.
Un bonito final que dejó el terreno abonado para la jornada del domingo, que muchos señalan como la etapa reina del Tour 2020, con permiso del Col de la Loze. Se subirán dos puertos de primera, la Selle de Fromentel y la Biche, antes de afrontar el coloso del día: el Grand Colombier, 17,4 kilómetros al 7,1% de pendiente media, en el Macizo del Jura. Un etapón. Egan Bernal, el perdedor del día anterior en el Puy Mary, enseñó las garras en Lyon para lanzarle un rotundo mensaje a Primoz Roglic. Aquí no se rinde nadie.