Dani Martínez puede con dos
El colombiano volteó a Kämna y Schachmann, alemanes del Bora, en el duro Puy Mary. Roglic y Pogacar abren hueco en la general. Bernal flojea. Landa remonta.
Guillaume Martin, una de las sorpresas de este Tour de Francia, revelaba su pronóstico antes de arrancar la montañosa etapa de este viernes: “Habrá una escapada que se jugará el triunfo y después un interesante esprint entre los líderes de la general en el Puy Mary”. No se refería a un esprint al uso, sino a un fiero combate en un final en alto con rampas del 15%. Una cuesta ‘tipo Vuelta’.
También decía Guillaume Martin, licenciado en Filosofía, que esta jornada era “una de las etapas reinas” del Tour 2020. Los argumentos que sustentaban esta opinión eran los siete puertos que albergaba el recorrido de 191 kilómetros por el Macizo Central, con 4.400 metros de desnivel positivo. Y, como remate, el temible Puy Mary, la prolongación volcánica del Pas de Peyrol… Un descubrimiento para este Tour. Como lo era el filósofo Guillaume.
La escapada, efectivamente, se formó en una trepidante primera parte, con ataques, contraataques y persecuciones, hasta que se produjo el agrupamiento de 17 ciclistas. Entre ellos iba Marc Soler, por segunda jornada consecutiva, especializado en guerra de guerrillas. También Julian Alaphilippe, el ídolo local, y Maximilian Schachmann, ambos igualmente repetidores. Además de Neilson Powless, el primer nativo indio americano que participa en el Tour, perteneciente a la tribu Oneida, que significa algo así como la gente de la piedra erguida.
Powless fue el primero que abrió las hostilidades en la fuga, en el descenso del Salers. Schachmann se fue a por él, pero la pareja no duró, porque Powless se vino abajo. Detrás perseguían dos compañeros de ambos en el Bora y el Education First, Lennard Kämna y Daniel Felipe Martínez. Ya sin el estadounidense delante, el esfuerzo de la caza se lo comió entero el colombiano. Kämna, por supuesto, no dio un relevo. No le hizo falta. Martínez, recién ganador del Dauphiné, atrapó a Schachmann él solito, resistió un par de arreones de Kämna, replicó al esprint del germano y se coronó ganador. El colombiano volteó a los dos alemanes. Bravo.
El esprint de gallos, sin embargo, no se produjo. De hecho, el propio Guillaume se quedó descolgado en el puerto anterior para decir adiós a la tercera plaza y al top-10. Igual que Romain Bardet, maltrecho por una caída que mandó a casa a Bauke Mollema, perdió la cuarta. La subida fue otro recital de los dos eslovenos: Primoz Roglic, que apretó las clavijas a todos sus rivales, y Tadej Pogacar, que entró a su rueda y ya es segundo en la general. Egan Bernal no tuvo su día, pero supo sufrir y resiste en puestos de podio, a 59 segundos del líder, aunque deja bastantes dudas en el aire. Mikel Landa volvió a estar entre los mejores, codo con codo con Richie Porte y Superman López, y remonta en la clasificación hasta la octava posición. Enric Mas se cuela décimo.
No fue la etapa reina, porque el domingo asoma el Grand Colombier y la próxima semana, el Col de la Loze. Pero fue una gran etapa que confirmó a los dos eslovenos como los más fuertes, aunque avistan en el retrovisor a cuatro colombianos que no se van a rendir: Bernal, Urán, Quintana y López. Ya lo han comprobado con Dani Martínez. Bravísimo.