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VUELTA A ESPAÑA | ETAPA 6

Jesús Herrada se hace grande

El día después de que José Herrada quedara tercero, su hermano menor estrenó su palmarés en la Vuelta, al rematar una fuga que otorgó el maillot rojo a Teuns.

Jesús Herrada celebra su victoria en Ares del Maestrat, la primera que conquista en la Vuelta y en una grande.
Jesús Herrada celebra su victoria en Ares del Maestrat, la primera que conquista en la Vuelta y en una grande.Photogomez Sport

La sexta etapa de la Vuelta dio para varios capítulos de un libro. Vamos a empezar desvelando el final, que es lo habitual en el ciclismo. Ganó Jesús Herrada, manchego de Mota del Cuervo, de 29 años, maillot rojo en 2018 y doble campeón de España (2013 y 2017). Lo hizo un día después de que a su hermano José, de 33, se le escapara el éxito en Javalambre ante el doblete de Madrazo y Bol para el Burgos-BH. Una dulce revancha. El Herrada pequeño había sido señalado durante mucho tiempo como una promesa del pelotón español, pero las generales se le atragantaban y finalmente ha orientado su carrera a buscar otro tipo de victorias. Esta temporada ya suma seis, con este colofón en la Vuelta, la mejor de su vida y su estreno en una grande. Así lo revelaban sus lágrimas en la meta de Ares del Maestrat.

Herrada aventajó en la llegada a Dylan Teuns, de 27 años, que ha arrebatado el maillot rojo a Miguel Ángel López. El belga del Bahrain lleva una campaña muy especial, porque ya ganó en el Tour de Francia la etapa de La Planche des Belles Filles, en los Vosgos. Teuns atacó en la última subida de tercera categoría que conducía a la meta y no le disputó la victoria a Herrada. Ambos procedían de una escapada de once ciclistas que se jugó el triunfo.

En esa fuga también iba David de la Cruz, que ahora es segundo en la general, a 38”. La presencia del catalán en el prestigioso grupo de aventureros confirmaba, por fin, que el todopoderoso Ineos está en la Vuelta. De hecho, los primeros movimientos importantes de la jornada tuvieron como protagonista a su compañero Wout Poels. La actividad de ambos sólo compensa en parte la desgana de sus dirigentes ante la ronda española, pero al menos ya han mostrado cierto orgullo.

Esa salida rápida y exigente de la que fue partícipe Poels lanzó la etapa a todo tren, con ciclistas peligrosos en la general que intentaban meterse en los cortes. El recorrido, de media montaña, que arrancaba con una subida de segunda categoría, Nogueruelas, invitaba a las emboscadas. Esa posibilidad sobrevoló por el pelotón en la primera parte de la carrera y generó momentos de muchos nervios.

Dylan Teuns, el nuevo maillot rojo, precede a Jesús Herrada, posterior vencedor de la etapa, durante la última subida.
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Dylan Teuns, el nuevo maillot rojo, precede a Jesús Herrada, posterior vencedor de la etapa, durante la última subida.DANI SÁNCHEZ

El punto culminante de esa tensión se vivió, o más bien se sufrió, a 80 kilómetros de la meta. Una caída masiva en la parte delantera del pelotón, cuando el ‘jumbo’ Tony Martin se desequilibró, desparramó por los suelos a varios hombres relevantes de la Vuelta. Las consecuencias fueron terribles, porque tuvieron que abandonar tres ciclistas del top-15: el exlíder Nicolas Roche (5º), Rigoberto Urán (6º) y Víctor de la Parte (13º). También se retiró Carthy (30º). Otros como Formolo e Higuita sufrieron de lo lindo para completar la etapa.

Ante este panorama, el grupo principal redujo el trepidante ritmo para recuperar a las tropas y no machacar a los heridos. Ya habrá momento de más batallas. Sin ir más lejos, este viernes en Mas de la Costa. Superman ha cedido el maillot rojo, pero no le importó mucho, porque ya tiene preparada la capa.

Las etapas venideras también servirán, o no, para resolver la capitanía del Movistar, una polémica clásica que invadió la actualidad de la Vuelta, después de que Alejandro Valverde diera relevos el miércoles a Primoz Roglic en Javalambre en persecución de López, cuando Nairo Quintana, mejor clasificado en ese momento, iba por detrás. Valverde dice que estuvo en contacto con Nairo durante la ascensión; el colombiano apunta que el Movistar se inclina por el español como líder; y el equipo recuerda que ambos andan parejos en la general y que por delante se había destacado el verdadero rival: Superman. Y todos esos argumentos, unidos, tienen coherencia. Quintana se va el próximo año y Valverde se queda, la preferencia es lógica. Aun así, es bueno recordar que el Giro se ganó con la alternancia de ataques de Landa y Carapaz. Dos líderes pueden convivir. Todo es querer.