CICLISMO | GIRO DE ITALIA

Demare salva la montonera final y triunfa en Módena

Una caída dentro del último kilómetro, provocada por Ackermann, condicionó la llegada y eliminó a varios velocistas. Los favoritos, sin problemas.

Módena
Pepe Andrés

"Una de las pegatinas de perfil más inútiles que he visto nunca". Thomas de Gendt, quizá el corredor más activo y carismático en las redes sociales, explicó con humor lo que el pelotón se iba a encontrar entre Rávena y Módena: un trazado totalmente llano de 145 kilómetros, sin más dificultad que recordar dónde se encontraban los dos esprints intermedios. Sin embargo, la tranquilidad de la jornada (de nuevo animada por dos corredores de equipos italianos con invitación: Hatshuyama, del Nippo, y Covili, del Bardiani) tornó en incertidumbre y tensión por una violenta caída que condicionó la volata dentro del último kilómetro.

Pascal Ackermann, el velocista más en forma y maglia ciclamino, hizo el afilador y provocó una montonera. El alemán entró totalmente ensangrentado en la meta, con golpes y raspones por todo el cuerpo, y el culote y el maillot destrozados. Tampoco disputaron la llegada Moschetti ni Mareczko, notablemente afectados, como Consonni. Los favoritos, sin percances. Así que el Groupama se aprovechó del caos. Guarnieri, uno de los mejores lanzadores del mundo, dejó el triunfo en bandeja a Arnaud Demare. El francés alcanzó su primera victoria en el Giro (tiene dos en el Tour) por delante de Elia Viviani, muy enfadado por volver a perder: "No vine para acabar siempre el segundo".

En la otra cara de la moneda, Demare: "Me siento muy feliz y orgulloso por celebrar mi primer éxito en el Giro, mi segunda gran ronda con una diana tras el Tour. Ahora sólo me queda la Vuelta". El Groupama conformó un bloque para arroparle, y él respondió en la décima etapa. Fran Ventoso, una de las piezas del tren del CCC para Jakub Mareczko, intentó una jugada en solitario en las calles de Módena. Disfrutó de "lanzar la carrera", pese a que el movimiento no prosperó. El veterano cántabro, de 37 años, luce dos triunfos en la Corsa Rosa en su palmarés.