Chris Froome cubrió la etapa reina de Andorra con un pie roto
Se cayó en el kilómetro 5, recorrió los seis puertos y acabó a 8:41 minutos. Una resonancia reveló una fractura en el navicular y abandonó la Vuelta 2015.
El recorrido de este sábado recuerda a la etapa reina de la Vuelta 2015, que también se celebró íntegramente por Andorra sobre seis puertos, de los cuales se repiten cuatro. Aquel 2 de septiembre fue glorioso para el Astana, que ganó con Mikel Landa y vistió de rojo a Fabio Aru, que terminaría campeón. Hubo otro héroe paralelo, Chris Froome, que cubrió el trazado con un pie roto.
Froome había llegado corto de forma, pero tres días antes ya asomó a las primeras plazas en la Cumbre del Sol. Para esta 11ª etapa desprendía optimismo, incluso comentó a sus compañeros en el hotel que se veía ganador en lo que definió como “el recorrido más duro” que había conocido.
Pero la jornada empezó muy mal, porque se cayó en el kilómetro 5, antes de la primera ascensión. El africano tuvo que pegarse un buen calentón en el Beixalis para enlazar con el grupo de favoritos en el km 22, con la rodilla derecha ensangrentada y con el pie golpeado.
A pesar del dolor, el Sky tomó la cabeza en La Gallina, cuarto puerto del día. Aquello resultó un juego de póquer, porque Froome se descolgó cuando empezó el movimiento serio. Se le vio levantarse en la bici, algo raro en él. También visitar a los coches del médico y de su equipo. El abandono sobrevolaba los Pirineos, pero decidió terminar, a 8:41 minutos, “para honrar a la Vuelta a España y a los compañeros”. Los primeros rayos X no revelaron roturas, pero una resonancia magnética posterior detectó una fractura en el navicular. La Vuelta se había acabado.
Dos años después, Froome se enfundó el maillot rojo en la tercera etapa y lo retuvo hasta el final. Fue en la meta de Andorra.