Una resonancia este jueves dirá si Froome continúa en la Vuelta
El líder de Sky se fue al suelo al comienzo de la etapa reina. Cedió en La Gallina. Se someterá a una resonancia este jueves para decidir si sigue en carrera.
Los resultados de una resonancia que se efectuará este mismo jueves determinarán si Chris Froome sigue en la Vuelta. Los rayos X a los que fue sometido el líder del Sky dieron negativo, pero le molestan “muchísimo” la rodilla y el pie derechos, cojea de manera ostensible (se apoya en muletas) y su continuidad no está asegurada. De hecho, según reconocen en el equipo, pinta bastante mal. El británico pasó “un calvario” para completar la jornada reina. “Sufrí una muy mala caída que me afectó a las dos rodillas”. A los cinco kilómetros de iniciar la etapa, se fue al suelo entre un bordillo y un quitamiedos.
En la meta, cojeaba seriamente y se apreciaba una herida considerable en su articulación derecha. Después de resoplar en numerosas ocasiones, de no importarle mostrar gestos de decepción y de dolor y de las primeras curas, atendió a los medios con ayuda de uno de sus auxiliares, el español Cristian Alonso, para sujetarse de pie: “Lo único que podía hacer era ir a mi propio ritmo e intentar sobrevivir hasta el final. Terminé para honrar a la ronda y a mis compañeros, que hicieron un excelente trabajo para protegerme. Me convencí a mí mismo para acabar lo que había empezado”. Como no se permitió que los buses aparcaran en la llegada por cuestiones de logística, Froome debió descender 7,5 kilómetros con la lesión, ya que tampoco podía bajar con la ranchera del Sky contra carrera.
Como capitán, quiso mandar un mensaje de ánimo a los suyos: “Nieve se mantiene en la pelea por la general y Boswell demostró su fortaleza. Las caídas que lastraron a Roche y Henao les mermaron y suponen una pena. No obstante, confío en que toque mejor fortuna a partir de ahora. Ver que ellos luchan me da moral”. Froome se trasladó al Hospital de Andorra para que le hicieran placas. El centro está especializado en traumatología debido a los pacientes de esquí. Que se descartaran fracturas tranquilizó al entorno del Sky en un primer momento. Sin embargo, su cojera preocupa.
El doble ganador del Tour marchaba octavo, a 1:18 de Dumoulin, antes de afrontar un día que señaló como “definitivo” para sus aspiraciones al doblete, y como “la jornada más dura” que iba a disputar en una prueba de tres semanas. Tras entrar a 8:41 de Landa, se sitúa 15º, a 7:30 de Aru y sin opciones de buscar el triunfo. Y hoy se comprobará si de continuar.