Gallopin gana, Kwiatkowski se cae y Valverde ya es segundo
El francés ganó en Pozo Alcón y es quinto de la general. El polaco cedió 25"con los gallos. Y el español, tercero de la etapa, bonificó 6" y acecha al rojo.
El último puerto de Ceal, que se coronaba a 13 kilómetros de Pozo Alcón, y sobre todo su peligroso descenso por una carretera parcheada, estaban marcados en el rutómetro como el punto clave, la zona caliente de esta última meta andaluza de la Vuelta 2018. El Movistar asumió su responsabilidad de patrón y tomó las riendas, como corresponde a un equipo anfitrión y favorito para la victoria. Su líder oficial, Nairo Quintana, se mostró activo en el último tramo y no esperó a que otros le hicieran la carrera, como le sucede a veces. Y su líder espiritual, Alejandro Valverde, logró seis segundos en bonificaciones y ascendió desde la quinta a la segunda plaza de la general, a 47 segundos de Rudy Molard. El maillot rojo asoma en La Covatilla.
Ganó Tony Gallopin, un gallo que se anticipó al grupo de los gallos, encabezado por Peter Sagan, a un promedio de 43,061 km/h. El pelotón volvió a volar. El francés de 30 años del Ag2R ya tenía una etapa en el Tour de Francia 2014 y la Clásica de San Sebastián 2013 en su colección. En la clasificación de la Vuelta se eleva quinto, a 59 segundos. Un ciclista con poderío, aunque lo normal es que se baje de ahí cuando comiencen los grandes puertos. Nunca ha acabado en el top-20 de una gran ronda.
Su victoria vino en un contraataque a unos 2.500 metros de la meta, después de que Jesús Herrada también hubiera probado a sorprender a cinco kilómetros. Al manchego se le hizo largo. El francés midió mejor. En ese momento, el gallinero andaba bastante revuelto. Nairo Quintana, que tuvo que solventar una avería en un momento delicado con la cesión de la bicicleta de Richard Carapaz, había intentado a romper el grupo y había hecho un corte con otros aspirantes a Madrid: Superman López, De la Cruz, Ion Izagirre, Bennett… Esa es la actitud que gusta en un ciclista con el talento del colombiano.
La carrera estaba lanzada desde al Alto del Ceal… Sobre todo desde su descenso, que encadenó una caída tras otra, hasta que atrapó a una pieza gorda, Michal Kwiatkowski, que se cayó con varios compañeros del Sky y cedió 25 segundos respecto a sus rivales de la general. Valverde explicó después que pudo esquivarla por los pelos. Curiosamente, ese tramo de la ruta no era tan estrecho ni estaba tan bacheado como el anterior. Las caídas esperan en cualquier rincón.
La etapa también tuvo sus aventureros, jornaleros en tierra de olivos, siete en concreto. Entre ellos dos españoles, Alex Aranburu (Caja Rural) y Óscar Rodríguez (Euskadi-Murias). Y un nombre que llamaba la atención: Michael Woods. El canadiense de 31 años, atleta mediofondista en sus tiempos mozos, fue séptimo en la general y peleó por el podio del año pasado, pero en esta edición navega ya a 16:27 minutos.
Después de esta séptima etapa, Rudy Molard resiste con el maillot rojo y Valverde, segundo, se coloca como el líder virtual de la Vuelta. La criba de la general, de momento, está dependiendo de los clásicos factores de la primera semana de las grandes: caídas (Zakarin, Kwiatkowski…), averías (Kelderman…), abanicos (Pinot, Majka…). La Covatilla, el domingo, tendrá que hacer un mayor aclarado. Quizá con Valverde en rojo.